Según expuso, la crisis ha generado tensiones que, en algunos casos, han desembocado en populismos y en “tentaciones de sacar la cabeza con orientaciones y pulsiones proteccionistas y populistas”.

En alusión al caso francés, Almunia admitió que, desde la Comisión, “creíamos que las explicaciones dadas en agosto podrían evitar una confrontación; desgraciadamente no es así”.

“No estamos dispuestos a mirar hacia otro lado cuando normas y derechos fundamentales de nuestra concepción de Europa, desde el punto de vista de la ciudadanía y de los derechos humanos son conculcados. Ante eso hay que reaccionar”, dijo. Además, expresó su deseo de que los países europeos reaccionen ante cualquier intento de erosión de estos derechos humanos, al igual que han reaccionado con la crisis.

Almunia arremetió contra los “populismos demagógicos y con tintes xenófobos” que “aprovechan debilidades de las instituciones”, e incurren en una “actitud incompatible con nuestra visión de los derechos humanos”, dijo. “Hay que reaccionar con firmeza”, insistió.