"A mí me da mucha pena”, reconoció el titular de la Archidiócesis de Madrid en el citado foro de Nueva Economía Fórum, donde reivindicó los “corredores humanitarios” para hacer frente a las necesidades de refugiados y demás inmigrantes. “Cuando se echa a Dios hay fronteras”, mientras que el Padre Nuestro “nos dice” que “todos somos hijos de Dios y hermanos”.

“¿Qué pasa? ¿Queremos morir?”, se preguntó Osoro. “Queremos vivir. Bueno, pues ahí tienen a la comunidad de Sant'Egidio”, agregó. Tras su crítica a la desidia de la comunidad internacional en la recepción de refugiados, el cardenal animó a “ver los rostros”, porque “es impresionante”.

Por último, instó a la humanidad a “construir puentes” que favorezcan la unión de “la gran familia”, puesto que Jesucristo “le dio verdadero rostro a todos los países de la tierra”.