Así lo expresó hoy la ministra de Exteriores de El Salvador, Marisol Argueta de Barillas, en su intervención en el Fórum Europa, organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum.

Argueta destacó que el último estudio que ha realizado el Banco Mundial les ha dado “una medalla de plata” en cuanto a los esfuerzos y resultados en las políticas públicas para combatir estos crímenes.

Insistió en que se está invirtiendo en la prevención del crimen con “muchísimo esfuerzo y ahínco”, y añadió que los salvadoreños “venimos de una sociedad posconflicto” que ha supuesto “efectos negativos en nuestros tejidos sociales”.  

La ministra de Exteriores de El Salvador recalcó que su país todavía está acusando las consecuencias del conflicto interno y sufriendo “los experimentos de populismo a lo largo de los años 80”.

El país centroamericano sufrió entre 1980 y 1992 un conflicto interno en el que se enfrentaron el Ejército y las fuerzas insurgentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.

La firma de los Acuerdos de Paz de 1992 supuso el punto y final de este conflicto y sirvió a El Salvador para “ordenar la casa” y poner las bases para insertase en una economía global. 

Argueta lamentó que todavía se recuerde a El Salvador “por las dolorosas imágenes de los años 80” que “desangraron” al país centroamericano.

Por ello, aprovecharán la XVIII Cumbre Iberoamericana que se celebrará en octubre para “proyectar su país con la realidad actual. Es una maravillosa oportunidad para enseñarle al mundo lo que El Salvador ha construido en materia de paz y democracia de reconciliación y de nuestras aspiraciones al desarrollo”, apostilló Argueta.

Asimismo, El Salvador ha puesto a disposición del resto de la comunidad internacional “esas experiencias que se han derivado en materia de resolución de conflictos de pacificación, de consolidación de la democracia y de prevención de la violencia juvenil”, concluyó la ministra de Exteriores de El Salvador.