Boira destacó en este encuentro informativo organizado en Valencia por Nueva Economía Fórum que a diferencia de lo que sucedió en 2003, “desde 2011 se incluyó el Corredor Mediterráneo en la red europea”. De hecho, dos años después, añadió, “ya formaba parte de un reglamento europeo”.
 
El comisionado del Gobierno para el Corredor del Mediterráneo adujo que este proyecto “ha sido posible gracias a un cambio de mentalidad en los directivos y gobernantes, ya que antes sólo se pensaba en ejecutar las infraestructuras de comunicación de forma radial”.
 
Con el Corredor Mediterráneo, según detalló Boira, se podrá unir España con Europa gracias a una red que va desde Andalucía hasta Cataluña. Es además “la infraestructura más urbana porque une cuatro nodos urbanos importantes y tiene en su red once ciudades con más de 100.000 habitantes, además de seis aeropuertos, seis puertos y siete estaciones intermodales”.
 
En este sentido, informó también que en la ampliación que se está proyectando del Corredor “incluye la conexión con Madrid, Zaragoza y Baleares”. Sobre la fecha de la ejecución total de esta infraestructura, “que supone sobre todo una inversión en la red ferroviaria”, Boira destacó que los planes del Ministerio de Fomento es que “en 2021 todos los tramos estén terminados o en obras”.
 
“Hacia 2021 habrá ancho europeo, al menos, hasta la localidad valenciana de Almussafes y ya veremos si Alicante, aunque toda la infraestructura con doble ancho europeo debe estar finalizada en 2030”, añadió. En este sentido, destacó que su voluntad es que “cuando un tramo se finalice, y tras la revisión por parte de la Agencia de Seguridad Ferroviaria, se ponga en servicio”.
 
NUEVOS MODELOS
 
Una de las necesidades actuales, según Boira, “es explorar modelos ferroviarios nuevos”. Entre estos modelos estaría, según el geógrafo valenciano, las autopistas ferroviarias “que permitirían a los camiones ser transportados en un tren y que implicaría un transporte más sostenible y menor contaminación”.
 
En cuanto al trabajo de la oficina del comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo, Boira explicó que sus funciones son “velar por el correcto desarrollo de la obra, poner en servicio los tramos que se vayan acabado, impulsar el desarrollo logístico de puertos y terminales, así como llevar a cabo una estrategia socioeconómica y de sostenibilidad en la vida de las ciudades”.
 
Boira también destacó en su comparecencia en el ‘Fórum Europa. Tribuna Mediterránea’ que el Corredor Mediterráneo “supondrá ventajas para toda la sociedad, ya que por ejemplo los trenes de Cercanías serán más ágiles”. Para visibilizar esta mejora apuntó que con la futura doble plataforma entre Valencia y Castellón y el túnel pasante los trenes de Cercanías “llegarán al corazón de la ciudad de Valencia sin hacer los kilómetros de más que hacen en la actualidad”.
 
Por otra parte, el responsable de esta infraestructura en España señaló la importancia de que para que sea viable el Corredor Mediterráneo “es necesario que las infraestructuras ferroviarias se unifiquen que los estándares del resto de Europa como es el caso del ancho de la vía”. Actualmente, precisó, el único tramo que cumple estos requisitos es el que une las ciudades catalanas de Castellbisbal y Martorell, que es además “la entrada en Europa”.
 
Destacó que el Corredor Mediterráneo “no es sólo red ferroviaria, sino que implica a otras infraestructuras como carreteras o puertos” e indicó que el reto es que “el 30% de las mercancías se distribuyan por ferrocarril”. Además, recordó que hoy en el eje mediterráneo sólo se distribuyen un 4% y en el caso de Valencia-Madrid, “que es el que mejor funciona”, un 20%.