Cáritas aboga por “un cambio radical de paradigma social” y “un pacto social” contra la pobreza
Cáritas aboga por “un cambio radical de paradigma social” y “un pacto social” contra la pobreza
Así lo dijo Bretón en este encuentro organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum en el que ahondó en los datos del reciente informe de la Fundación Foessa y Cáritas, que revela que 4,3 millones de personas están en riesgo de exclusión severa en España, de las que el 30% son menores. “Este informe nos sitúa ante una encrucijada entre el pasotismo y un cambio de rumbo valiente”, dijo, con la esperanza de que dentro de cinco años la generación actual de jóvenes tengan datos mejores y demuestren que lo que se está haciendo “vale para algo”.
El noveno informe de la Fundación Foessa, indicó, está basado en 12.000 encuestas analizadas por 140 profesionales de medio centenar de universidades y que analizan “hogar por hogar” 37 indicadores sobre cómo las personas atendidas por Cáritas desarrollan su vida. Este informe refleja la labor de la organización católica en su red de parroquias, diócesis y proyectos, con la que atienden a 1,5 millones de personas en España.
“Son personas que no consiguen sostenerse, aunque más de la mitad están trabajando, no reciben una protección suficiente de las instituciones, y desde Cáritas, institución de la Iglesia católica, acompañamos en lo material y en brindarles escucha y en su desarrollo integral”, expuso Bretón.
“La desigualdad es el motor que perpetúa la pobreza y la exclusión. Las principales causas son conocidas, las hemos contado por activa y pasiva: la vivienda, el empleo, la protección social, la educación… todo eso motiva que haya causas de desigualdad que provoca una exclusión tremenda, que no ha ocurrido nunca en España, que se da en 9 millones y pico de personas y en 4,3 millones de personas en exclusión severa que se transmite de padres a hijos y de una forma cronificada”.
Para Cáritas, “el Ingreso Mínimo Vital y otros subsidios es beneficioso”, pero también su presidente constató que quienes lo reciben “no se rinden”. “Un 70% de quienes lo reciben quieren quieren ser activos y mejorar su vida”.
Para paliar este panorama, a tenor de los datos Foessa, Bretón encuentra dos soluciones: el tejido familiar y políticas “coherentes y eficaces” ante estos “problemas estructurales”. “Una buena red sociofamiliar ayuda a frenar los golpes”, dijo, reclamando más políticas de ayuda a las familias, el fomento de la natalidad y la emancipación de los jóvenes.
Además, apostó por “combinar medidas redistributivas” con otras “predistributivas” que se anticipen en ámbitos como las infraestructuras, la sanidad y la educación y que eviten que la clase media se precipite a escalafones sociales inferiores.
“Por primera vez las generaciones jóvenes viven peor que sus padres. Esto cuesta decirlo. Hoy se da. El pacto generacional que sostenía esta idea de progreso se ha quebrado, el 33% de los 4,3 millones en exclusión severa son menores. Sólo el 3,5% de los mayores de 65 está en exclusión severa, es una gran diferencia”, detalló el presidente de Cáritas con datos del informe.
El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el arzobispo Luis Argüello, destacó en la presentación la “mirada” católica de Bretón, no sólo por su fe, sino también por su “capacidad grande de establecer relaciones”.
Para el prelado, el trabajo de Bretón y de la organización que preside, se enfoca en “poner a la persona en el centro y motivar para el compromiso social y público de cuantos se acercan a este informe”.
“Estamos hablando de una realidad, Foessa, que es Cáritas y Cáritas a su vez es la Iglesia, que se organiza para ser testigo de lo que celebra en la eucaristía del domingo, el amor de Dios que ha de encarnarse, ser concreto”, resaltó.
Para el presidente de los obispos, Cáritas ejecuta el mandato de la “asistencia directa” a la que invita el papa León XIV, a través del “valor de la limosna, el gesto concreto, tocar una mano y mirar a los ojos”: Además, concluyó Argüello, “Cáritas lleva en el corazón, una caridad organizada”, para ser “un bálsamo” y “tratar de curar los desajustes de un sistema económico que tiende a generar fuertes desajustes”.


