Santos, que se perfila como el candidato mejor situado para suceder a Uribe en caso de que éste no pueda o no quiera presentarse a la reelección, comenzó su discurso señalando que hoy, Día Nacional de Colombia por ser el aniversario de su independencia del imperio español, es también el de su emancipación de la violencia. Hace un año, una gran multitud de colombianos salió a la calle para mostrar su repulsa a las FARC y su apoyo al Gobierno.

El ponente señaló que “Uribe salió elegido” porque supo entender que, como decían los romanos, “la seguridad debe ser la primera ley de la república”. Antes de su nombramiento hace siete años, señaló Santos , “Colombia estaba a punto de ser declarado un Estado fallido”, en el que dos terceras partes de su territorio estaban bajo control de las FARC o los paramilitares, había entre 15 y 20 secuestros al día y 400 de los 1099 alcaldes tenían que regir su pueblo fuera de él.

Ahora, prosiguió Santos, “el Estado está presente en todo el territorio”, todos los ediles gobiernan en su municipio, “los cuerpos de seguridad son la institución más valorada del país” y las cifras de secuestros son “las más bajas de la Historia”.

El ex ministro recordó algunas de las campañas antiterroristas más exitosas emprendidas bajo el Gobierno de Uribe, como la Operación Jaque, que permitió la liberación de 15 secuestrados, entre ellos Ingrid Bethancourt, y, según Santos, “devolvió al país el orgullo patrio”.

Otra de ellas, la Operación Fénix, en Angostura (Ecuador), provocó el arresto de Raúl Reyes y la incautación de tres ordenadores, haciendo que Tirofijo reconociera: “Nos descubrieron todos nuestros secretos”. Por esta operación, Ecuador cursó una orden de busca y captura internacional contra el propio Juan Manuel Santos.

El posible sucesor de Uribe concluyó que es la apuesta triple por la seguridad, la confianza de los inversores y la cohesión social la que ha permitido que, después de siete años de gobierno, el presidente tenga una popularidad del 75-80%.