Durante este foro informativo organizado en Santiago de Compostela por Nueva Economía Fórum, Méndez se refirió a Lugo como una “ciudad resilente” y un “municipio 8-80” por su dimensión “intergeneracional”, la cual abarca desde los niños de 8 años a los mayores de 80. Estos últimos, los mayores, suponen el 21% de la población (98.000 habitantes). “Debemos pasar de un modelo asistencial a otro en el que los mayores aporten su bagaje para el Lugo del futuro”, declaró.
 
La alcaldesa socialista también explicó cómo será el Lugo del 2020. Entonces la capital lucense “dejará de vivir de espaldas al río Miño” gracias al proyecto “Muramiñai”. Lugo será “más rico en patrimonio natural e histórico” y contará con una “mayor capacidad cultural y de esparcimiento”. También será, a su juicio, un “municipio inteligente” de la mano del proyecto europeo “Smartcity”.
 
La alcaldesa destacó que también será el año del “Lugo de la movilidad” gracias “a las veinte medidas que estamos implantando”, entre las que destacan la reducción del uso de vehículos privados, la humanización de las calles, el aumento de carriles bici y la creación de 800 plazas públicas destinadas a estacionamiento.
 
La potenciación del turismo, o el desarrollo el sector forestal a través del proyecto europeo Life son otras iniciativas destacadas durante su conferencia. En este sentido, resaltó la capacidad investigadora del campus de Lugo para la modernización del sector forestal y su compromiso de promover la madera autóctona en la construcción, facilitando proyectos empresariales de economía verde que den lugar a barrios más eficientes y ecológicos.
 
Antes de mencionar la “deuda histórica” de Galicia con la ciudad de Lugo, señaló que la capital lucense será un referente en la lucha contra el cambio climático.