El jefe del Ejecutivo gallego comenzó su intervención recordando la visita de Juan Pablo II a Compostela el 9 de noviembre de 1982, donde exortó a Europa a “volver a sí misma”, palabras que, según el presidente de la Xunta, “resonaron en toda Europa”.

En este sentido, el regidor autonómico aseguró que en la capital gallega están “los orígenes y raíces de la Europa moderna”, basada en una “fe tolerante con las demás creencias”, lo que la convirtió en una realidad “abierta y fiel a los elementos de su pasado que la hicieron grande”.

Así, Feijóo defendió la necesidad del “entendimiento entre civilizaciones” y la búsqueda de una “suma incesante de corrientes culturales”.

De este modo, definió el Camino de Santiago como el resultado de una “fértil colaboración entre los ámbitos civil y eclesiástico”, que ha contribuido a que “Europa se encontrara a sí misma”.