Esta reforma parte de un acuerdo del Ejecutivo valenciano con UGT, CCOO e Intersindical e introduce la obligación de acreditar unos mínimos conocimientos de valenciano como requisito para formar parte del cuerpo de funcionarios de la Generalitat valenciana, algo que hasta ahora no es así. Para Matoses, este hecho supone una “vulneración de la legalidad”. Así lo valoró a los periodistas tras finalizar el foro organizado por Nueva Economía Fórum en Valencia, en el que intervino el alcalde de Benidorm Antonio Pérez.

Según el presidente de CSIF, la ley “no se ha negociado formalmente”, a pesar de que los medios ya recogen el acuerdo para la inclusión del requisito lingüístico. Matoses explicó que a su central se le ha entregado “un borrador” de dicha ley y se le ha comunicado que se va a “introducir unas modificaciones” como la de acreditación de un mínimo nivel de valenciano como requisito para el funcionariado.

Sin embargo, Matoses estimó que “no se está negociando en los foros adecuados” y acusó al Consell de “inventarse foros para pastelear con sus amigos, excluyendo a los legales representantes de los empleados públicos de la Comunidad Valenciana”.

“Es un atropello legal, formal y de todo tipo”, valoró Matoses, quien sin embargo aseguró que “con ese intento de llevarnos a la marginalidad, no van a conseguir que nosotros derivemos a la radicalidad”.

“Hemos recurrido el requisito lingüístico porque entendemos que en la Comunidad Valenciana no hay ningún problema lingüístico. Hay dos lenguas cooficiales y en una parte muy mayoritaria del territorio la lengua mayoritaria es el castellano”, explicó Matoses a los periodistas.

“Vamos a iniciar actuaciones legales contra el Consell porque entendemos que está vulnerando la legislación” al sustituir “los foros de negociación establecidos en el estatuto básico del empleado público por una reunión de amiguetes a la que le dan aspecto formal, nos convocan y luego nos echan y evidencian el sectarismo y dogmatismo con que está actuando el actual gobierno del tripartito”, avanzó el presidente del CSIF, que recordó que su organización “siempre” ha abogado “porque la lengua sea un mérito y no un requisito”.