El líder del BNG se mostró convencido de que Galicia quiere un cambio pero no "un cambio cualquiera", sino un presidente sin "ataduras estatales". "Una buena fórmula sería, un gobierno plural presidido por un nacionalista y en el que pudiera participar de forma importante el partido que gobierna en el Estado", recalcó.

El BNG reivindica una Galicia "como nación dentro de un estado plurinacional", aunque matizó que no quieren la construcción de un "Estado gallego independiente". Quintana aclaró que no le ha pedido opinión a Touriño sobre el programa del BNG porque no son "una graduación del PSOE", e indicó que él y Touriño son responsables políticos de "proyectos muy diferentes", pero la relación entre ambos es "normal" y "no hay ningún problema entre los dos". "Estoy convencido de que Galicia tendrá el primer presidente nacionalista de su historia", dijo Anxo Quintana y agregó que quiere que el PP pase a la oposición para propiciar la "regeneración democrática".

En todo caso, cree que las elecciones gallegas no son unas "primarias" de las generales y que si Fraga pierde será su derrota y no la de Mariano Rajoy. Expresó así su desacuerdo con la afirmación del actual presidente de la Xunta de que su victoria será determinante para la llegada del líder nacional del PP a la Moncloa. "Empiezo a pensar --argumentó-- que cuando Fraga dice eso intenta cambiar las responsabilidades. Si usted pierde, la derrota será de usted. Estaría bien que Fraga Iribarne nunca fuera responsable de nada".

Replicó también a Fraga que es una "exageración" afirmar que si el BNG gobierna en Galicia, "España no sería España". Sí quiso puntualizar que si Manuel Fraga continúa al frente de la Xunta de Galicia se producirá un "corte institucional" en el que Galicia quedaría a un lado y Cataluña y País Vasco en otro y perdería su "condición de nacionalidad histórica".

En este sentido, indicó que aspiran a que Galicia tenga su propia financiación y que quieren "combatir" la idea de comunidad "eternamente pobre". "No hay autonomía política sin autonomía financiera", señaló al tiempo que dijo que es necesario un modelo que contemple la suficiencia financiera, autonomía fiscal y la participación de Galicia en un fondo de Compensación Interterritorial del Estado para saldar la deuda histórica que existe con la comunidad. Reivindicó también reclamó un Tribunal Superior de Justicia gallego como última instancia judicial y un Poder Judicial propio. Por otro lado, Quintana afirmó que desconoce el modelo territorial del Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero, y que lo valoraría si lo conociera. "Desgraciadamente no lo conozco porque, de momento el modelo territorial del actual Gobierno se basa en un criterio que no considero equivocado, y es el de considerar los procesos de reforma estatutaria no deben tener una homologación estatal, sino principio de autonomía en cada parlamento autonómico y después una labor de cohesión en el ámbito estatal. Nos parece correcto, pero es extraño que al lado de la metodología no haya una propuesta por parte del Gobierno que nos llevara a todos a saber a qué nos tenemos que atener". Sin embargo, hizo un balance "positivo" del primer año de Ejecutivo socialista porque "podemos hablar con normalidad sin que nadie nos espere en la puerta y nos diga que España está rota". Dicho esto, añadió que no encuentra en el gobierno actual el "compromiso necesario" con Galicia.

DIALOGO CON ETA

Respecto al diálogo con ETA, Anxo Quintana subrayó que la organización terrorista "no tiene razón de ser" y que el objetivo de todo demócrata es que "desaparezca", si bien se mostró partidario de utilizar la vía del diálogo y calificó de "oportuna y valiente" la iniciativa del Gobierno en este sentido "si la otra parte también está dispuesta".

Sí pedirá "transparencia y responsabilidad para todos podamos aportar nuestro grano de arena". "Todos tenemos la intención de colaborar para que el terror acabe de una vez por todas" dijo y pidió responsabilidad para que los pasos que se den "sean efctivos, realistas, eficaces y que nadie caiga nunca en la tentación de dar pasos con intencionalidad política más allá de la eficacia que un tema tan difícil como este requiere". Está convencido de que "eso es lo que se pretende" y aseguró que no tiene ningún dato que le demuestre lo contrario. "Eso no quita --adujo-- para que sepamos lo difícil que es, y si no lo supieramos o tuvieramos alguna duda, ETA se está encargando en demostrar estos dos últimos fines de semana que la situación es difícil y que no contamos con su especial colaboración. Pero creo que es necesario iniciar esos caminos si queremos acabar de una vez por todas con esa situación".