Jaime Ortega Alamino

Jaime Ortega Alamino

Cardenal Arzobispo Emérito de La Habana
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Nació en Jagüey Grande, Provincia de Matanzas, el 18 de octubre de 1936.
 
Su padre fue primero trabajador del Central azucarero vecino a su pueblo natal y después pequeño comerciante y su madre atendía las labores la casa y colaboraba en el comercio de la familia.
 
A la edad de cinco años su familia se trasladó a la ciudad de Matanzas, capital de la provincia y sede episcopal. Allí hizo sus estudios de primaria en el colegio “Arturo Echemendía”  Sus estudios de bachillerato los hizo en el Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas. Centro estudiantil de enseñanza pública.
 
Se graduó de Bachiller en Ciencias y Letras en 1955 y, después de un año de estudios universitarios, ingresó en el Seminario Diocesano San Alberto Magno, regido por los Padres de las Misiones Extranjeras de Quebec, en el año 1956.
 
Después de los primeros cuatro años de estudios de humanidades y filosofía, fue enviado por su obispo al Seminario de Misiones Extranjeras de Montreal, Canadá, donde estudió la Teología.
 
Regresó a Cuba y fue ordenado sacerdote el 2 de agosto de 1964 en la Catedral de Matanzas. Vicario Cooperador en Cárdenas hasta 1966. En 1967 es nombrado párroco de Jagüey Grande,  su  pueblo natal.
 
Como todos los párrocos en Cuba, durante esta etapa de escasez de sacerdotes, el P. Jaime Ortega atendió varias parroquias e iglesias simultáneamente.
 
En 1969 fue nombrado párroco en la Catedral de Matanzas, atendiendo a la vez la parroquia de Pueblo Nuevo, en la ciudad, y dos iglesias más del campo. Era al mismo tiempo presidente de la Comisión Diocesana de Catequesis y realizó un activo apostolado con los jóvenes de la diócesis. En aquellos años, aún más difíciles para la acción pastoral de la Iglesia, inició en la diócesis un movimiento juvenil que incluía ente otras formas de apostolado, campamentos de verano para los jóvenes y un trabajo evangelizador por medio de obras de teatro, representadas por los mismos jóvenes.
 
Durante varios años, junto con su actividad pastoral en la ciudad de Matanzas, fue profesor del Seminario lnterdiocesano San Carlos y San Ambrosio de La Habana, adonde viajaba cada semana para dictar cursos de Teología Moral.
 
El 7 de diciembre de 1978 fue nombrado Obispo de Pinar del Río por Su Santidad el Papa Juan Pablo 11. Fue consagrado el 14 de enero de 1979, en la Catedral de Matanzas y el 21 de enero tomó posesión de la diócesis. Tres años de trabajo pastoral en una diócesis de mucha religiosidad católica, con un laicado muy comprometido y participativo, dejaron una huella imborrable en el alma del obispo que fue promovido en 1981  a la Arquidiócesis de La Habana como Arzobispo, el día 27 de diciembre tomó posesión de su nueva sede.
 
Fue creado Cardenal por Su Santidad el Papa Juan Pablo II en el Consistorio del 26 de Noviembre de 1994. Fue  recibido como Cardenal en la S.M.I. Catedral de La Habana el 11 de diciembre de 1994.
 
A  su quehacer como Arzobispo de La Habana se debe la creación de  varias parroquias, la constitución del Consejo Diocesano de Pastoral, del Consejo diocesano de laicos,  que agrupa a los distintos movimientos de la Arquidiócesis, la reconstrucción de más de cincuenta iglesias y casas parroquiales, el establecimiento de una Casa Sacerdotal que acoge a los sacerdotes de la Diócesis y de toda Cuba para reuniones, retiros o simplemente en sus días de descanso, la creación de un Centro Laical de reuniones, con biblioteca, capilla y habitaciones de huéspedes, la construcción  de dos centros de encuentros y reuniones sobre todo para jóvenes, constituyen  algunas de las principales acciones emprendidas por el Arzobispo, que siempre ha tenido una especial preocupación por el laicado y, dentro del mismo, por los jóvenes. A él se debe el establecimiento en 1991 de Caritas  Habana,  comenzando a existir de este modo  Caritas Cuba; de igual modo creó en el 2011 el Centro Cultural “P. Félix Varela”, un centro destinado a la formación del laicado.
 
Preocupación principal del Arzobispo han sido las vocaciones al sacerdocio. A él se debe la construcción en La Habana del nuevo   Seminario San Carlos y San Ambrosio, que brinda sus servicios a todas las diócesis de Cuba,  y que constituye la mayor construcción realizada por la Iglesia Católica en Cuba desde el año 1959.   Ha  ordenado a más de 40 sacerdotes, número modesto, pero significativo para una diócesis, en particular si tenemos en cuenta que a partir de los años 60s en Cuba    la Iglesia ha tenido una acción pastoral muy restringida, situación que ha sido aliviada en los últimos años.
 
Por sus homilías, por sus  intervenciones y mensajes es conocido por el pueblo de su Arquidiócesis, que se interesa por sus puntos de vista y atiende a sus orientaciones, a pesar de que la Iglesia  no tiene acceso habitual a los medios de comunicación social. En la Arquidiócesis se comenzó a publicar la Revista “Palabra Nueva”  en el año 1992, que tiene una circulación mensual de 12.000 ejemplares y obtuvo el gran premio de la Unión Internacional de Periodistas Católicos que le fue otorgado en París,  en la sede de la UNESCO; así como otras publicaciones como la Revista Espacio Laical, del Consejo de Laicos;  Amor y Vida, del Movimiento Familiar Cristiano, etc.
 
El Cardenal Ortega ha sido Vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba en varios  períodos, etc. Desde hace varios años es Consejero de la Pontificia Comisión para América Latina, y pertenece a las Congregaciones para el Clero y para la Pastoral Sanitaria. Ha sido laureado con doctorados Honoris Causa de las Universidades de St. Thomas y Berry en Miami Florida,  de Providence,  en Rhode Island, de la Universidad de San Francisco, el premio anual de la Fundación Bonino Pulejo de Messina, el Gaudium et Spes, de los Caballeros de Colón, entre otros reconocimientos internacionales como el  Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Creighton, en los Estados Unidos y la Medalla de la Universidad Católica de Eichstätt, en Alemania.
 
Dada la singularidad de Cuba en el contexto mundial, ha tenido que sostener encuentros  con dignatarios de diversos países, incluido Presidentes, representantes de diversas Casas Reales, ministros, representantes del Cuerpo Diplomático acreditado en Cuba, etc., quienes recurren a él interesados por el tema cubano.
 
Desde hace más de dos años protagoniza un proceso de diálogo con las más altas autoridades cubanas,  para facilitar la solución de diversas problemáticas, uno de los frutos de este diálogo  ha sido el proceso de excarcelación de los presos por motivos políticos.
 
Fuente: www.arquidiocesisdelahabana.org