Así lo dijo durante este acto organizado por Nueva Economía Fórum en Bilbao, en el que mantuvo la idea de que el proyecto socialista es el que la ciudadanía considera “útil” porque “encaja” en las “necesidades” de la sociedad y que así se lo han demostrado al ser los vencedores en las últimas elecciones.

Ante el escenario de elecciones autonómicas que se prevén para el próximo año, Andueza sostuvo que no aspira a “decantar la balanza a uno u otro lado”, por su posible apoyo a un gobierno de PVN o a uno que encabece EH Bildu , sino que aspira “a liderar este país”.

“Y no me voy a bajar de ese carro, porque este país si algo necesita es un partido que tenga ambición, que tenga un proyecto y que sea realista”, y “me atrevo a decir que el PSOE parte de una posición inmejorable y voy a salir a la pelea con el convencimiento de que a Euskadi lo que mejor le viene es un gobierno liderado por los socialistas y mi ambición va a ser ser lehendakari”, subrayó.

El líder del PSE, partido que está en el gobierno de coalición que encabeza el PNV, intentó marcar cierta distancia con su socio al no atreverse a poner una nota al Gobierno que preside el lehendakari Iñigo Urkullu y se limitó a mostrarse “manifiestamente satisfecho” por lo hecho por los consejeros socialistas.

Así las cosas, reconoció que “los vascos muchas veces” son “orgullosos” y, aunque hay “motivos para estarlo”, este “orgullo no está enfrentado con la sinceridad y el conformismo” y Euskadi, dijo, “no puede caer en el conformismo”, sino que debe “recuperar el liderazgo en la ambición".

Criticó que “algunos se conforman con gestionar y otros, que han descubierto la fórmula mágica”, “solo nos hablan de soberanía, de independencia”, en claras alusiones a PNV y EH Bildu, mientras que los socialistas buscan “nuevas políticas para un país mucho mejor”. Porque, puso como ejemplo, algunos dan "muchos discursos" de energía renovable en la tribuna pero luego "no quieren en su casa lo que quieren en la del vecino".

“Tenemos que ser ambiciosos para hacer de Euskadi un país mucho mejor” porque “mirarnos al ombligo en situación en la que la Unión Europea es tan determinante, no es una torpeza pero sí pérdida de tiempo”.

Por ello, aunque no renunció a participar “si hay que abrir ese melón” de la reforma estatutaria, pero afirmó que “el tejido productivo valora más la cogobernanza que todo este cuestionamiento” y “la ciudadanía no tiene la cuestión identitaria una como una prioridad” hasta el punto que los estudios arrojan que “la cuestión territorial está bajo mínimos” porque la calle “tiene otras prioridades”.

Andueza recordó que en la legislatura ya se recorrió mucho del “trecho” para renovar el estatuto y que se llegó a acordar “hasta un 90%” del “nuevo estatuto, que ya va siendo momento de actualizarlo”, pero que al final “algunos decidieron ir más allá y ese 90% acordado se fue al garete”.

El secretario general del PSE aceptó hablar del nuevo estatuto “pero no de otras cosas" que implique "perder el tiempo en cuestiones que solo interesan a ellos”, en referencia a los independentistas, y abogó más por centrar el debate en cuestiones sanitarias, de empleo y de educación.

Así las cosas, el líder de los socialistas vascos defendió la posición adoptada con la nueva ley de educación asegurando que Euskadi no es Cataluña, que el euskera no es el catalán, que la inmersión catalana “por mucho que quieran ese modelo, en Euskadi no funcionaría” y que, por último, el PSE no es el PSC.