José Blanco considera que la "contienda" interna del PP está "muy lejos" de resolverse pese al resultado de su congreso
José Blanco considera que la "contienda" interna del PP está "muy lejos" de resolverse pese al resultado de su congreso
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Blanco reiteró, en su discurso, la idea de que "la estrategia de la crispación está afortunada y definitivamente agotada, tal y como la conocimos entre 1989 y 1996 y como la hemos vuelto a conocer entre 2004 y 2008".
Además, aseguró que el PP llevaba "cuatro años de retraso" en la necesaria "reflexión sobre la forma de hacer política".
Los populares, explicó, "no han podido eludir el debate sobre sus errores", pues el presidente del Gobierno, tras las elecciones del 9 de marzo, "no ha quedado desacreditado ante los españoles y los ciudadanos que supuestamente llevaron a Zapatero al Gobierno al calor del 11-M, no le han abandonado después".
Blanco señaló que el PSOE intentó llegar a acuerdos con los populares en la pasada legislatura, pero "desgraciadamente" no fue posible". Por eso, le dio al PP la "bienvenida al diálogo" y "saludó" lo que definió como una "rectificación" de este partido.
Además, señaló que los socialistas también intentarán llegar a "acuerdos" con CiU y con el PNV. De modo que el Gobierno está dispuesto a hacer un "esfuerzo" para llegar a "acuerdos estables" con otras fuerzas políticas "llamadas a suscribir" los "pactos de Estado".
En cuanto a los asuntos en los que es necesario abogar por el consenso político, se refirió una vez más a la renovación del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial, que "lleva meses esperando" a que el PP "se decida a desbloquear" este proceso de obligado pacto.
La reforma constitucional, la necesidad de "recuperar la unidad en la lucha contra el terrorismo", la próxima Presidencia española de la Unión Europea y la reforma del Senado son otras cuestiones en que deben pactarse entre ambos partidos, reconoció.
Blanco lamentó también los intentos de "soliviantar" y enfrentar a las comunidades autónomas entre sí al situar "artificialmente" el asunto de "la unidad de España" en "el centro del debate político".