García, antes de entrar a escuchar la intervención de Galán en la tribuna informativa que organiza Nueva Economía Fórum, y la propia candidata al comienzo de su discurso, apoyaron así que España haya llamado a consultas a su embajadora en Argentina, como reacción al comentario que hizo Milei llamando "corrupta" a Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La ministra enmarcó ese "odio" que a su modo de ver reflejan las palabras de Milei en "esa dinámica de la que es partícipe también Vox y de la que también se mimetiza del Partido Popular, que es intentar poner siempre el insulto, el agravio y la polarización y la polémica siempre en el centro de la vida política".

García catalogó el evento 'Europa Viva 24' como un "concurso de fascistas" y dijo que, "cuando haces eso, pasan estas cosas: que al final tienes un conflicto diplomático". Y, aunque primero recomendó "estar un poquito al margen", seguidamente dijo que "la sociedad española tenemos que poner pie en pared y tenemos que decir que esta política lo único que hace es degradar nuestras instituciones".

Cuando se le preguntó específicamente si el Gobierno se había equivocado al entrar en la polémica llamando a consultas a la embajadora en Buenos Aires, García justificó: "Es que no se puede no entrar. Es que no es una provocación, es un ataque. Es que ya está bien de los insultos, ya está bien de utilizar como herramienta los insultos y los ataques y las mentiras y los bulos".

"No es algo que se le haya ocurrido así, espontáneamente, sino que es una estrategia pensada y sistemática para para hacer política", interpretó, antes de añadir que "también se equivoca el Partido Popular diciendo que esto no tiene nada que ver con ellos" y "haciendo como una especie como de sucursal de Milei aquí en España, que no tiene nada que decir contra los ataques de otro país".

Por su parte, Galán, en su intervención en el Fórum Europa, apuntó que "los líderes de la derecha en esa internacional sólo hay una cuestión en la que todos coinciden, y es en la crueldad" y "la vuelta a una sociedad más violenta, más autoritaria, para que los derechos humanos queden en un lugar o en una posición secundaria", como "una anécdota histórica" frente al "sálvese quien pueda del antiguo salvaje oeste".

"A mí me parece lógico que, cuando el presidente de un país hermano, habla de nuestro país y de nuestro Gobierno en los términos que lo hizo, haya consecuencias", respaldó Galán, si bien matizó que "el problema lo tenemos en otra parte", no tanto en Milei, que se vuelve a Argentina, sino en los partidos y empresas que le apoyan, que seguirán en España.

En privado, fuentes de Sumar defendieron que el Gobierno tenía que reaccionar a las palabras de Milei, pero también se preguntaron qué más se puede hacer ahora que el Ejecutivo argentino no va a pedir disculpas, y apuntaron que es difícil criticar su ataque personal a Begoña Gómez cuando el ministro de Transportes, Óscar Puente, hace semanas insinuó que el presidente argentino consume "sustancias" estupefacientes.