Médicos Sin Fronteras denuncia una crisis sin retorno del sistema humanitario bajo la “criminalización” de políticas como las de Trump
Médicos Sin Fronteras denuncia una crisis sin retorno del sistema humanitario bajo la “criminalización” de políticas como las de Trump
Así lo manifestó durante este encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid en el que también subrayó que los recortes de las instituciones internacionales, lideradas por Estados Unidos, son las medidas que están acrecentando dicha crisis.
La organización encuentra cada vez más dificultades para acceder a las poblaciones más vulnerables en los conflictos y no logra atender a todas las personas que desearía debido a los recortes de recursos, tanto materiales como personales. Una de las causas de esto es la narrativa “antihumanitaria y de criminalización” de su trabajo.
Gil Leyva explicó que, por ejemplo, hay informaciones que aseguran que MSF y otras entidades trabajan de la mano de grupos armados, lo cual desmintió rotundamente, y aseguró que genera desconfianza, “daño” y pone en "peligro” a sus trabajadores en los lugares de conflicto y dificulta su acceso.
Además, sobre este proceso de “deshumanización”, la presidenta de MSF señaló que es algo presente a diario y lamentó que la población se “acostumbre” a estos discursos que son vertidos, principalmente por partidos políticos de la ultraderecha.
También criticó que las políticas como las de Trump “criminalizan” a los migrantes, que son personas que buscan un “lugar seguro”, y, en consecuencia, señalan a las entidades que les ayudan. Al mismo tiempo, defendió que la ayuda humanitaria y los valores de no discriminación, entre otros, “trascienden” todas las ideológicas.
Este contexto ha provocado que el sistema humanitario global esté en una crisis “sin precedentes ni vuelta atrás” y que no se recuperaría ni con una “refinanciación” de las organizaciones porque los recortes en cooperación internacional por parte de Estados Unidos y otros países europeos generó un panorama “muy crítico” y obligó a MSF a tomar decisiones “muy difíciles” como prescindir de ayudar en algunos lugares.
Gil Leyva relató que los últimos reportes que ha tenido de personal de la organización en el terreno fueron de “no poder más” porque les falta personal y otras entidades abandonan los lugares de conflicto por falta de recursos y quienes se quedan no logran abarcar todo el trabajo humanitario.
La presidenta señaló que este “desmantelamiento” del sistema humanitario tendrá “consecuencias gravísimas” en toda la población porque se eliminan programas de prevención y control de epidemias o de investigación, entre otras cosas.
Calificó de "cómplices" de toda esta amenaza a los países que no recortan en ayuda, pero tampoco actúan ante ello y dijo que instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) es “muy importante” para luchar contra este “cataclismo de amenaza” que pretende “retroceder décadas de avances”. Finalmente, llamó a la población a movilizarse y “resistir” ante esta “deshumanización” global.

