Según dijo en el encuentro organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, este sistema está articulado desde hace tiempo en la UE y supone que los funcionarios europeos ven reflejadas en sus nóminas las decisiones de los Estados en relación a los salarios de los funcionarios públicos.

Eso sí, la traslación de las políticas salariales de los Estados se hace con un año de diferencia, porque los controles estadísticos que hace la Unión no llegan a las instituciones europeas hasta un año después.

Es decir, la rebaja de salarios acordada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para los empleados públicos no se trasladará a los funcionarios europeos españoles hasta el año próximo.
Sefcovic reconoció que las instituciones europeas tienen que “buscar una forma” de que la UE “refleje la situación de dificultad que se vive en los países europeos”.

En consecuencia, señaló que si los miembros deciden rebajar o congelar los salarios de sus funcionarios, esta medida también se trasladará a los empleados europeos.

”Los funcionarios europeos serán tratados como los funcionarios de los Estados miembros. No vivirán mejor, pero tampoco peor”, que los empleados públicos de sus países de origen.