La puesta en marcha de un Servicio Diplomático directamente vinculado a la UE es un paso importante para lograr una acción exterior coordinada y permitirá a los ciudadanos europeos contar con una red de apoyo con independencia de su nacionalidad.

Sefcovic explicó en el encuentro, organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, que la Presidencia española ha trabajado mucho para tratar de tener a punto esta nueva institución comunitaria antes del fin de junio, aunque ya está asumido que no se hará el primer despliegue diplomático hasta otoño.

Según el vicepresidente de la Comisión Europea, “al menos el 30%” de los diplomáticos nacionales deberían pasar a engrosar este nuevo servicio, que tendrá una implantación progresiva hasta 2013, año en que la UE hará una primera evaluación de su funcionamiento.

El objetivo de este servicio no es “competir” con los cuerpos diplomáticos nacionales, sino ir prestando cada vez más apoyo a los ciudadanos y resolviendo problemas globales de la Unión, de manera que, una vez generada la confianza suficiente, los cuerpos diplomáticos nacionales vayan delegando funciones.

Sefcovic reconoce que se trata de una tarea ardua, puesto que las relaciones diplomáticas son un área sensible de gestión en cualquier país, y aseguró que para que sea “eficaz” no debe haber “rivalidades ni competencia”.

POLÍTICA EXTERIOR COMÚN
El responsable comunitario, que fue presentado por el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, coincidió con éste en la necesidad de avanzar en el diseño de una política exterior común y elogió el empeño de la Presidencia española en impulsar la Iniciativa Legislativa Europea del Ciudadano.

Una vez puesto en marcha el Tratado de Lisboa, el reto de la Unión Europea se centra en lograr una mayor participación de los ciudadanos en su gestión. Para ello, se va a poner en marcha un mecanismo que permita a los ciudadanos hacer propuestas legislativas.

Para evitar que por esa vía se cuelen iniciativas destructoras de los valores comunitarios o sin sentido, la Comisión Europea pondrá en marcha una web en la que las propuestas serán registradas y desechadas en caso de no ser consideradas “serias”. Contra la decisión de la Comisión se podrá acudir a los tribunales.

Maros Sefcovic dijo, en relación a la ampliación de la UE y al ingreso de Turquía, que cualquier país solicitante tiene que ajustarse a unos criterios “muy exigentes” para ingresar, que se refieren tanto a aspectos económicos como a derechos humanos, cultura y estilos de vida.

”Las negociaciones son muy duras”, dijo, “y no se van a hacer excepciones, porque eso sería malo para el solicitante y para Unión Europea”. Por tanto, el avance de las negociaciones “depende del comportamiento de los solicitantes”.