"Hay que empezar a revisar la manera en la que se ve la región latinoamericana" ya que muchos la dividen entre gobiernos de izquierda y gobiernos de derecha y esa diferenciación es, según Uribe, "simplista, impráctica, obsoleta y polarizante".

 "Esa división es simplista, impráctica, obsoleta, polarizante y tenía razón de ser sólo en aquellos momentos en los que América Latina se enfrentaba a las dictadura militares o civiles (...)  superada la época de las dictaduras esa división es obsoleta y polarizante", consideró.

Para el mandatario sudamericano esa "polarización" se vio recientemente en la elección del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), quien actualmente el chileno José Miguel Insulza, y que se pudo superar "gracias a la acción diligente y prudente" de la ministra colombiana de Exteriores.

"Hace pocos días --contó-- me entrevistó una periodista de una cadena de televisión que me decía que cómo convenía a un gobierno como el que yo presido, de derecha, con gobierno latinoamericano de izquierda y le dije yo: '?tu de qué eres?. Me dijo: 'Yo soy de izquierda'. Le dije: 'dame una razón para que te califiques a ti de izquierda y me califiques a mi de derecha' y enmudeció y a renglón seguido le dije: 'Dame una razón para que tu califiques al Gobierno de 'Lula' (Da Silva, Luis Ignacio) de izquierda y al mío de derecha'. Y enmudeció".

SEGURIDAD DEMOCRATICA Y SEGURIDAD EN DICTADURA

Esas calificaciones "están cargadas de pasión ideológica y carentes de sentido práctico", apostilló Uribe, para quien lo que hay que preguntar en estas democracias modernas es si son progresistas o retardatarias, si están regidas por instituciones o por caudillismos, si hay liderazgo de quienes resultan elegidos o imperios personalistas (...) si los gobernantes dan ejemplo de respeto a la ley o son amenaza por abuso de la ley".

"Pienso que en España, desde donde se ha mirado tan cuidadosamente a las democracias nuestras, hay que formularse estas preguntas y, para contestarlas, utilizar al menos cinco parámetros: la seguridad, las libertades públicas, la cohesión social, la transparencia y la institucionalidad", acotó, recordando que en Colombia están "en una batalla de seguridad" que "están ganando, la vamos a ganar".

Se trata, según Uribe, de "una batalla contra el terrorismo con criterio ampliamente democrático (...) por razones históricas, por razones de presente y de futuro, porque América Latina hace algunas décadas, era recorrida por la doctrina de la seguridad nacional, que se utilizaba para afianzar dictaduras, para suprimir libertades, para perseguir a la oposición".

Sin embargo, prosiguió, "la seguridad nuestra es democrática porque representa todo lo contrario: es para defender la democracia. Cuando hubo la elección popular de alcaldes en Colombia pensamos que los terroristas iban a cesar las acciones violentas porque las justificaban por falta de democracia para elegir a las autoridades más cercanas, todo lo contario porque, a partir de ahí, comenzaron a asesinar a esas autoridades", narró, puntualizando que, gracias a su "seguridad para la democracia", ahora "todos (los alcaldes), salvo uno o dos, pueden ejercer".

La Política de Seguridad Democrática "es una seguridad para la democracia, para proteger por igual al dirigente empresarial y a los trabajadores, para proteger las voces del dirigente político de oposición que las del liderazgo político afín a las ideas del gobierno", explicó.

RESPALDO A LA "TRANSPARENCIA"

"Sería importante, señores empresarios, que la capacidad de influencia que ustedes ejercen en España y en Europa, haga ver a los habitantes de este viejo y culto continente la importancia de la Seguridad Democrática en Colombia", indicó, asegurando que, "la única manera de proyectar en el largo plazo temas tan importantes como el de la seguridad, es con respaldo de la opinión pública".

A su juicio, sólo se consigue ese respaldo "en la medida en la que esa seguridad sea genuinamente democrática", es decir, "transparente, que esté al servicio del concepto pluralista de la democracia, adhiera los Derechos Humanos y no tenga coaliciones, expresas o tácitas, con delincuentes". "Esas características las reúne a plenitud el proceso de seguridad en el cual avanzamos", acotó, resaltando que, con su política, "se ha reducido mucho el homicidio y el secuestro".

"Tenemos indicadores generales y específicos (... ) en un país donde se asesinaban 11 periodistas este año se han asesinado dos. Qué pasa con la seguridad de los líderes sindicales en un país donde asesinaban 168 y en este año han asesinado sólo cinco", indicó.

"Repito diariamente al pueblo que el gran orgullo que habrá de tener nuestra fuerza pública (...) es el de derrotar el terrorismo u obligarlo a negociar con toda la eficacia pero con toda la adhesión a los Derechos Humanos", manifestó Uribe, advirtiendo también de que su política debe tener una continuidad "de gobierno a gobierno" para que sea efectiva.

El presidente Uribe explicó que el "respaldo de opinión" que necesita su política "se gana con eficacia, devoción, adhesión a los Derechos Humanos y un concepto pluralista" de la democracia."En los grandes medios de opinión es más la crítica y la vigilancia que el aplauso al gobierno y está bien que así sea. En lo personal, muchas veces se sienten resquemores pero en lo institucional es lo correcto", consideró asegurando que "un gobierno aplaudido es un gobierno que pierde el norte".