Pérez Rubalcaba fue el encargado de presentar la conferencia del secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, en el citado foro de debate, organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum.

Ante quienes dicen que Iglesias encaja en el estereotipo de aragonés, el vicepresidente renegó de esas etiquetas porque ha conocido andaluces “tristes y aburridos”, a gallegos que dan respuestas “inequívocas” y a pasiegos “que se apresuran a sacar el monedero para pagar en los bares”.

Pero sí es cierto, reconoció, que responde a la imagen de hombre “muy apegado” a su tierra y a su gente, y que ello puede ser el origen de su carácter “firme, tranquilo y sosegado”.

En ese contexto, subrayó que en política “la capacidad para no perder la calma es una gran virtud”, y lo dice alguien con un temperamento “algo más fogoso” y que tiene como jefe “a alguien que jamás pierde los estribos”.
En una época en la que parece tener razón “quien más alza la voz”, el vicepresidente juzgó necesarios dirigentes políticos que, como Iglesias, “impone cordura sin aumentar decibelios”.

PRESIDENCIA DE ARAGÓN

Elogió además que su gestión como presidente de Aragón ha demostrado que “unir verde y rojo no es un síntoma de daltonismo, sino la evolución natural de las cosas”, porque desde la izquierda es donde más se ha hecho y se hace por cuidar el medio ambiente, algo que ya no es una opción, sino “una necesidad”.

Sus tres legislaturas, aseguró, han dado estabilidad a una comunidad que, hasta su victoria electoral, había tenido más presidentes que legislaturas autonómicas, pero cuando “acariciaba la idea” de una vida más tranquila tuvo que aceptar ser secretario de Organización del PSOE.

Quienes conozcan la vida interna de un partido, agregó, saben que hay “un color que define bien” las responsabilidades de ese cargo y pueden intuir “la magnitud del sacrificio” que comporta.

Pero cualquiera con un poco de visión, “y no me refiero al FMI”, precisó, podría decir que la elección “estaba cantada”, porque hay apellidos “que imprimen carácter” y el suyo es el mismo que el del fundador del PSOE, y además Valentín Ferraz, que da nombre a la calle donde vivió Pablo Iglesias y que alberga la sede del partido, nació a pocos kilómetros de Marcelino Iglesias.

En todo caso, aseguró que los socialistas están “encantados” de tener al mando de Organización a alguien caracterizado por “la firmeza tranquila y la seguridad respetuosa” que imprime Marcelino Iglesias.

Si es cierto que la acepción de “maño” procede de la voz latina “magnum”, Iglesias sí encaja en el estereotipo, aseguró, porque es “un gran político y un gran hombre”.