Lo dijo en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid, en el que participó junto con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, después de ser preguntado por si teme que el español "retroceda" en Iberoamérica ante la "actitud hostil" de ciertos mandatarios de la región.
 
Muñoz Machado precisó que en España existe "información no exacta" sobre la actitud de los gobiernos iberoamericanos en materia lingüística, lo que le permitió refrendar que el español "no peligra" en la región, como lo atestigua el hecho de que lo hablen entre el 80% y el 90% de sus habitantes.
 
En ese sentido, reseñó que en la zona se está desarrollando lo que dio en llamar un "nuevo constitucionalismo americano", a partir del cual se está produciendo un "retorno" a las "costumbres" y a las "lenguas" de los "pueblos originarios" de América.
 
Por ello, el director de la RAE dejó claro que "nos parece bien el fomento y la ayuda a esas lenguas que están en riesgo". Al margen de ello, confesó que es más discutible el apoyo que determinados gobiernos prestan a las academias de la lengua en sus respectivos países.
 
Esto le permitió centrar el tiro en Nicaragua, cuyo Gobierno ordenó el cierre de la Academia Nicaragüense de la Lengua por no inscribirse en el registro de "agentes extranjeros" junto a algunas ONG locales.
 
Santiago Muñoz Machado consideró una "sinrazón" la decisión de Daniel Ortega, de quien destacó que ha perpetrado un "disparate" al "privar a su país del trabajo conjunto del cuidado de la lengua". Por esa razón, pidió al dirigente nicaragüense que "rectifique" este "disparate monumental".
 
Este pronunciamiento verbal del director de la RAE se suma al comunicado de condena que la institución emitió en su momento pidiendo el apoyo de "instituciones públicas y privadas" contra el cierre de la Academia Nicaragüense de la Lengua.
 
Por otro lado, Muñoz Machado pidió al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que incremente su respaldo a la Academia Mexicana de la Lengua.
 
Por su parte, Luis García Montero intervino en esta cuestión para hacer suyas las palabras del intelectual venezolano Andrés Bello (1781-1865), quien defendió la "plena soberanía de cada nación sin poner en peligro el tesoro común de la lengua".
 
Tras deplorar que en España "las cuatro lenguas existentes sean manchadas por discusiones políticas absurdas", aseveró que "quien quiera buscar cuentas en los siglos XV y XVI está poniendo trampas absurdas".
 
Por último, abogó por defender la "riqueza común" del español y apostilló que resulta "muy triste" que "la gente se olvide del rigor histórico y ponga trampas en este sentido".