En este sentido, advirtió de que “esperar pasivamente a que las circunstancias cambien, limitándonos a aguantar el chaparrón y a confiar en que vengan tiempos mejores, sería el peor error que podríamos cometer”.

Además, el presidente de los empresarios vascos aseguró que “el país del futuro hay que construirlo ya, puesto que “nuestros competidores están haciendo lo propio”.

Durante su participación en el citado foro de debate, organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum, Lazpiur dijo que “no habrá una salida exacta a la crisis”, sino que “será un cambio progresivo con efectos distintos en función del país y la actividad de las empresas”.

FINAL DE UNA ÉPOCA
Lazpiur aseguró que “nada va a ser igual que antes”, y más que un fenómeno coyuntural cíclico “todos tenemos la sensación de que estamos ante el final de una época, tras la que vendrán nuevas reglas y comportamientos”.

Entre los cambios por venir citó el “geoestratégico”, ya que países como China, India, Rusia o Brasil tendrán cada vez más peso. Además, los mercados se reubicarán, ya que “la demanda de bienes se trasladará de las economías avanzadas hacia las economías emergentes y tendremos que movernos todos hacia ellos para encontrar oportunidades de negocio”.

“Creceremos de otro modo, más basado en la demanda y en la actividad productiva, en los bienes de consumo y de equipo”, dijo, lo que favorecerá especialmente a la industria y a regiones como Euskadi, que “han tenido siempre en la industria su principal referente o motor económico”.

Miguel Lazpiur dijo además que el crecimiento será “más sano y equilibrado, a diferencia de las anteriores fases de expansión económica”.

ESCENARIO POSCRISIS
En su análisis, el presidente de Confebask aseguró que el escenario poscrisis se caracterizará por el incremento de la competencia y de los competidores. “Competiremos con los mismos de antes, pero también con otros nuevos, y lo haremos tanto en precio como en valor añadido”, así que “debemos trabajar por ser cada día más competitivos, actuando sobre todo aquello que lo procure”, manifestó. “La competitividad va a ser cada vez más la clave del futuro”.

Para conseguir este objetivo será preciso, en su opinión, “recuperar la confianza” y tomar medidas para “limitar las posibilidades de que algo similar a lo que ha detonado esta crisis global vuelva a suceder”.

Hizo hincapié en el sector financiero, ya que “no todo vale ni debe estar permitido”, y aseguró que “los mercados financieros, productos y actores deberán estar sometidos a una supervisión y regulación apropiada, independientemente de donde tengan su sede y sometiéndose a una vigilancia apropiada para el cumplimiento de las medidas adoptadas, con el objetivo esencial de acabar con las malas prácticas financieras”.

Lazpiur dijo que las entidades financieras deberán ponerse al servicio de la recuperación económica, ya que “si han sido parte de la crisis, ahora deben ser parte de su superación”, porque también les compete y les interesa, y sugirió que los fondos que se han utilizado para salvar la situación no tengan como único destino sanear los maltrechos balances de la banca, sino que también reviertan en las familias y las empresas a través de un crédito suficiente y disponible.

Además, reclamó una Europa más eficaz que cuente con más y mejores instrumentos para resolver como un bloque económico homogéneo los diferentes desafíos, “más allá de que lo lideren determinados países de referencia o del paraguas que nos ha prestado el euro” concluyó.