Asimismo, opinó que en Euskadi se están propiciando nuevos marcos de convivencia “más tranquilos y tolerantes”, después de más de 30 años de gobiernos presididos por el PNV.

A juicio del dirigente socialista vasco, la alternancia en el poder, “tranquila y sin traumas”, es un signo de “madurez política”.

El diputado socialista recordó que en su partido “se ha sufrido mucho” durante los años de “plomo duro”. Resaltó la labor de los cargos y políticos del PSE durante esta época, en la que “las metralletas no descansaban”.

Igualmente, destacó el compromiso de sus compañeros al asumir la defensa de la libertad y luchar contra la violencia como “el primer deber del socialismo vasco y de nuestra militancia política”.

Para el diputado vizcaíno, José Antonio Pastor forma parte de ese grupo de políticos “aguerridos, cuajados en el sufrimiento y en el dolor, sostenidos por las convicciones de vivir en libertad, por el sueño y el anhelo de una Euskadi libre y ausente de violencia, donde podamos vivir en paz todos los vascos”.

Además, opinó que “en los tiempos que corren hay mucho político improvisado” y dijo que para ser un buen político hay que tener “recorrido”, porque la experiencia hace que se pueda comprender al de “enfrente” y se acaba formando parte de esa nueva raza de hombres que “se van formando a partir de sus propios tropiezos y equivocaciones”, que son “inevitables en la vida política”.