Preguntado al respecto durante la intervención que realizó en la tribuna informativa que organiza Nueva Economía Fórum, Rufián afirmó que como persona de izquierdas no le “afectó” ni “molestó” la manifestación del sábado, promovida por el PP, Vox y Ciudadanos, precisamente cuando cree que la pretensión de los convocantes era esa, la de incomodar a sus adversarios políticos. Sólo dijo que le apenó ver banderas de esa índole en una manifestación que teóricamente se quejaba de un presunto autoritarismo del Gobierno.
 
En otros momentos, también llamó “hipócritas” a los dirigentes de Vox por pretender, por un lado, que las mujeres que quieren abortar escuchen el latido del embrión y, por otro, “criminalizar a los menas”. Además, criticó al PP y Vox con otro de sus mensajes habituales: que “la democracia necesita de buenos ganadores, pero aún más de buenos perdedores”.

A su juicio, “la derecha en este país no sabe perder” y “cada vez que tiene que elegir entre la democracia y sus privilegios. escoge lo segundo”. Así, terminó observando que España “merece una derecha civilizada que censure a Vox”.

Ya en las primeras respuestas de su intervención, el portavoz de ERC se había referido a la polarización ideológica negando el “mantra” de que el ambiente político esté peor que nunca. “No es cierto”, denegó. “Siempre ha existido esta violencia verbal en el Congreso”. Para él, la diferencia es que “los dos únicos mediadores de la sociedad”, los medios y los partidos, ahora “están en entredicho”.

Eso sí, alertó de que es “muy peligroso” y atribuyó a la derecha y la ultraderecha fomentarlo, que se extienda la idea de que “todos son iguales”, porque invita a no votar, especialmente a las clases trabajadoras, potencialmente de izquierdas, que “necesitan horizontes, esperanzas, y si no las tiene se quedan en casa”.

“Muchísima gente está votando en contra de sus intereses pensando que vota en favor de sus principios”, diagnosticó, con ejemplos como que la candidatura liderada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ganara en barrios obreros como Vallecas, Usera o Ciudad Lineal. Lo atribuyó al concepto de patria y a que los votantes quieren formar parte de un colectivo, de algo común.

Ahora bien, preguntó, “qué es una patria”, concluyendo que las izquierdas tienen que “interpelar a la clase trabajadora enormemente decepcionada” y “llenar de contenido esa bandera”, no con símbolos nacionales sino con la lucha contra la precariedad y la exclusión social y en favor del feminismo y el medio ambiente. Al final de su intervención incidiría en este enfoque llamando a "militar en la utilidad" y "en la vida de la gente".