Propone una tarjeta sanitaria, una carrera de Medicina y una cartera de servicios únicas para toda España

Foro de la Nueva Sociedad con Ana Pastor

Propone una tarjeta sanitaria, una carrera de Medicina y una cartera de servicios únicas para toda España

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MADRID, 01 de diciembre. La ex ministra de Sanidad y actual vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, propuso hoy una tarjeta sanitaria, una carrera de Medicina y una cartera de servicios únicas para toda España, entre otras muchas medidas que detalló para reformar el Sistema Nacional de Salud y que introduciría si fuera, como es previsible, la encargada de la que ya fuera su cartera en un hipotético gobierno del Partido Popular.

Pastor hizo una exposición extensa, rigurosa y detallada en la conferencia que pronunció en el Foro de la Nueva Sociedad, organizado por Nueva Economía Fórum, que fue presentada por el presidente del PP, Mariano Rajoy, y en la que estuvo arropada, entre otros, por el presidente del Congreso, José Bono; el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica; el ex vicepresidente económico Rodrigo Rato y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón.

Partió de la premisa de que “la política social es el verdadero motor de cualquier sociedad, siempre que haya una política económica que la permita”, generando la riqueza necesaria para financiarla. En este sentido, presentó los 5,5 millones de empleos creados por el PP entre 1996 y 2004 como exponente de una “alternativa” que estima “más necesaria que nunca” a un Gobierno cuya ley de economía sostenible calificó, citando fuentes imprecisas, de “ley de las reformas marginales”.

La ex ministra aseguró que en torno a su antiguo ámbito competencial hay “mucha retórica ideológica, cuando todos defendemos una Sanidad pública y universal”, y se declaró contraria a los “eslóganes fáciles”, porque, aunque pueden “llevarte a la fama”, al final “pasan, mientras que las reformas quedan”.

Las que ella propuso las clasificó en cinco categorías: cohesión del sistema, recursos humanos, sistema farmacéutico, investigación y organización, y con ellas pretende acometer los cuatro grandes problemas que diagnosticó en la Sanidad: la diferenciación en los servicios que dijo que ya constata entre las distintas comunidades, la falta de planificación de recursos, la obsolescencia de los sistemas de gestión y la financiación, puesto que la deuda de la Sanidad “ya rebasa el 10% de su presupuesto”.

Dentro de esta última, detalló que el nuevo sistema de financiación autonómica “no cubre la suficiencia estática ni la dinámica”, en el sentido de que, en su opinión, “no se ha ajustado la financiación a la población y su incremento, ejemplificado en Murcia y Valencia. Según detalló, el fondo de compensaciones por estas variables lleva años congelado y, por ejemplo, a la Comunidad de Madrid sólo se le paga el 40% de lo que le cuesta atender a la población desplazada.

PROPUESTAS
Entre las propuestas para mejorar la cohesión del sistema, para que “todos los españoles reciban las mismas prestaciones vivan donde vivan y puedan moverse con su patología por toda España”, Pastor apuntó las citadas tarjeta sanitaria y cartera de servicios únicas, realizar un “screening” de las enfermedades por las que más fallecen los españoles, como los cánceres de mama y colon, elaborar un “mapa de centros de referencia para no duplicar recursos” y actualizar los Grupos Relacionados de Diagnóstico (GDR).

Respecto a los recursos humanos, abogó por cambiar a fondo la gestión de personal “contando con los profesionales, que están deseando que cambie el modelo”; elaborar un Plan Nacional de Recursos Humanos, desarrollar las especialidades, trabajar por objetivos, actualizar la formación y ofrecer la ya mencionada carrera única de Medicina para toda España, planificando el número de alumnos de las facultades.

En el capítulo farmacéutico, que recordó que supone el 20% del gasto sanitario, Pastor criticó que el acceso a los medicamentos sea distinto según la comunidad autónoma, por ejemplo los que requieren de visado y los relacionados con la fecundación “in vitro”.

Se mostró en contra de rebajar los precios de las medicinas hasta el llamado “de referencia”, marcado por los genéricos, y en su lugar abogó por “respetar las patentes y fijar los precios de acuerdo con lo que representa un fármaco” en el Sistema Nacional de Salud. “Creo que me he explicado con claridad”, subrayó.

También propugnó “ajustar las dosis” de forma personalizada a cada paciente, porque, según denunció, “se destruyen toneladas de fármacos”, y señaló la paradoja de que algunas plazas en residencias de ancianos valgan menos que lo que cuestan los medicamentos que necesita el interno.

En investigación, Pastor propuso crear un Centro Nacional de Investigación Biomédica, crear un centro experimental de I+D para evitar la constante importación de material tecnológico para los hospitales, centrar en éstos la investigación y devolver al Ministerio de Sanidad el Centro de Investigaciones Biomédicas y el Instituto Carlos III, entre otros organismos.
 
Finalmente, para mejorar la organización, la responsable del PP señaló la liberalización de horarios, la necesidad de evitar la hiperprescripción y la saturación de los centros sanitarios, el absurdo de tener que acudir varias veces a diagnosticarse cuando podría realizarse en una sola visita y la conveniencia de realizar una evaluación independiente basada en los indicadores de calidad.