Y, en este sentido, añadió: "Lo he dicho muy claro: no vamos a hacerlo, porque defendemos la libertad y la diversidad de identidades de los ciudadanos".

Así se pronunció López en su intervención en el Foro de la Nueva Economía, organizado por Nueva Economía Fórum, a la que asistieron, entre otros, los ministros Manuel Chaves y José Blanco, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares; el presidente del PP en esta comunidad, Antonio Basagoiti, y el ex presidente del PNV Josu Jon Imaz.

El lehendakari marcó distancias con su antecesor en el cargo, Juan José Ibarretxe, recordando que llegó “en medio de consultas, crispación y una crisis económica que negaban los anteriores gobernantes”.

Dijo que “algunos hablaron de golpe de Estado institucional y auguraron que no duraríamos ni dos días”, pero afirmó: “Hemos cambiado los derroteros de la crispación y el conflicto permanente entre nosotros y con los demás, que nos impedía avanzar en la necesidades reales de los ciudadanos porque no había voluntad de ello”.

Aseguró haber sentado una “nueva agenda”, no dictada por “nuestras obsesiones particualres”, y que, gracias a ello, se habían firmado acuerdos con el PP, el PNV, el Gobierno central, Navarra y hasta Aquitania. “No podemos ser una isla cuando queremos ser un continente”, dijo.

López abogó por un “nuevo contrato social entre vascos” y por la “corresponsabilidad” entre agentes económicos, entre ciudadanos y Administración, entre población activa y desempleados, de pensionistas con su propio futuro y de esta generación con las posteriores.

Además, señaló que no va a dejar que ETA marque la agenda y defendió la tolerancia cero con la violencia y la “deslegitimación social y cultural” del entorno de la banda terrorista.