En el encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Yagüe se refirió de este modo a la demanda presentada por los sindicatos vascos ELA y LAB contra la patronal Confebask por no acceder a negociar un SMI propio para el territorio, superior al del resto del Estado español, fijado este año en 1.184 euros por 14 pagas.

“Realmente, nosotros consideramos que no estamos legitimados para negociar el SMI vasco. Eso es el punto número uno. No obstante, lo hemos dicho tanto público como privadamente, que nosotros estamos dispuestos a dialogar sobre el SMI mínimo de convenio en la mesa de diálogo social, que consideramos que es el sitio donde debemos dialogar, y acompañado de otros temas que realmente nos preocupan y que afectan a la productividad y a la competitividad”, declaró Yagüe. Entre estos temas citó, por ejemplo, el absentismo laboral.

Además, indicó que les sorprende en la patronal que el SMI sea un caballo de batalla tan relevante para estos dos sindicatos, cuando se trata de un sueldo que perciben solo el 3% de los trabajadores vascos y cuando, además, en los últimos años, ha subido por encima del 60%.

Asimismo, comentó que el SMI en Euskadi afecta sobre todo a las empleadas del servicio doméstico y, en consecuencia, los tribunales han dictaminado que ellos no están legitimados para negociar sus condiciones de trabajo.

“Me cuesta creer que el caballo de batalla de la negociación colectiva en Euskadi sea el salario mínimo cuando resulta que tenemos las condiciones salariales más altas, mejores de todo el Estado, tanto en salarios como en horas trabajadas y, además, como consecuencia de la negociación colectiva”, apuntaló Yagüe.

En todo caso, dijo que se defenderán en los tribunales y aseveró que es algo de lo que ellos han “pasado página”. “Estamos a otras cosas que consideramos más relevantes, más importantes y más urgentes”, enfatizó.

Previamente, la presidenta de Confebask ya lamentó que el sindicato mayoritario del País Vasco esté apostando por el “conflicto” como principal arma de trabajo y no por el diálogo, ya que la patronal que ella preside ha demostrado, a su juicio, capacidad de negociación y de pactos en favor de empresas y de trabajadores para que avance el conjunto de la sociedad.