En concreto, el ERE de Nissan supone el despido de 1.860 de los 4.400 trabajadores con los que cuenta el fabricante japonés en las plantas barcelonesas de Zona Franca y Montcada. Los sindicatos mayoritarios han calificado este expediente de "verdadera barbaridad" y "medida desmesurada" para afrontar las actuales dificultades que atraviesa el sector.

En medio de las negociaciones entre el Gobierno central, la Generalitat y la dirección de la empresa, la consejera catalana de Trabajo recalcó que "no se ha detectado ninguna empresa que esté recortando su plantilla aprovechando la situación económica actual".

Serna recalcó que "lo que sí que pasa, y ha pasado siempre, es que hay multinacionales que deciden irse a mercados a producir en mercados low cost".

En este sentido, dijo que "la Generalitat reclamará la devolución de las ayudas a las empresas que decidan irse". Sin embargo, la normativa europea establece que la devolución de estas ayudas sólo es exigible a empresas que lleven menos de cinco años establecidas en un territorio, por lo que a Nissan no se le podría reclamar ninguna devolución.

El gobierno catalán no ha descartado la concesión de nuevas ayudas a Nissan si esto implica fomentar puestos de trabajo en Cataluña.

Por otra parte, Serna confirmó que la Generalitat también intervendrá en el ERE anunciado por la empresa T-Systems, que tiene a Seat como uno de sus clientes principales. Este expediente de regulación afecta 550 trabajadores en toda España y a 270 en Cataluña.