"Hace un año y medio me decían que estaba como una cabra, pero desde hace cuatro meses, ya nadie se quiere apostar un café conmigo", afirmó. "Tengo ese convencimiento, que me dirán que se confunde con un deseo, podría ser".

Coronel de Palma aventuró que muchos españoles que, como él, no son del PP, van a optar por "quedarse en casa o cambiar el voto" ante el desfavorable balance socialista que hacen de estos últimos cuatro años.

Consideró sintomático de lo que puede pasar el 9-M que sea "la primera vez en la historia de la democracia" que después de una primera legislatura de mandato, un presidente se encuentra, "incluso en las encuestas más favorables", sólo a dos o tres puntos del líder de la oposición.

Respecto al "cara a cara" de ayer entre Zapatero y Rajoy, afirmó que únicamente pudo asistir a la parte final porque viajaba a esa hora en avión, pero le gustó mucho la intervención que vio del candidato del PP.

Sobre los reproches que hizo Rajoy a Zapatero de haber atacado a las víctimas del terrorismo, opinó que fue un comentario "absolutamente cierto".

A su entender, las víctimas de ETA "han sido absolutamente menospreciadas", "ninguneadas" y tratadas como un patito feo.