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En este encuentro informativo organizado en Oviedo por Nueva Economía Fórum, Fernández llamó a estar en guardia contra una eventual secesión de Cataluña, que sería “sistémica para España y para Europa”. Con ese frente abierto, añadió, “no es posible plantearse un futuro de estabilidad política, económica y social”. Para abordarlo, opinó que España necesita un Gobierno “fuerte” del que ahora carece.
A su juicio, el país padece “múltiples fracturas” por cuestiones políticas y territoriales en las que “el cortoplacismo y la polarización del espacio electoral” favorecen a los actores con posturas extremas. En ese sentido, juzgó igualmente “xenófobos y ultranacionalistas” tanto a Vox como al presidente de Cataluña, Quim Torra. Fernández cree que España tiene que decir qué hacer con un modelo territorial que ha derivado hacia el federalismo. “El problema es el federalismo competitivo” que enfrenta a las comunidades autónomas, señaló.
Para combatirlo, propuso otro modelo colaborativo. En concreto, adujo que las regiones con menor peso político y demográfico, como Asturias, necesitarán formar alianzas para salir perjudicadas en ese nuevo acuerdo por las reivindicaciones de territorios con más población y mayor capacidad de influir en la agenda nacional.
Fernández sostuvo que este no es el momento de abordar reformas constitucionales ni estatutarias para resolver el encaje de Cataluña en España. “No existe una comunidad catalana integrada y reconocida, sino dos, diferenciadas por su vinculación sentimental con España”, argumentó. Citando a Manuel Azaña, el presidente asturiano diferenció tres momentos en toda cuestión política: acidez, madurez y podredumbre. “Este es un tiempo ácido para negociar”, concluyó.
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