El líder de los populares aseguró que sólo "el tiempo dirá los resultados" de la cumbre del G-20 y confió en que el presidente español pueda volver a sentarse en ese foro sin "ningún problema de silla" en la reunión anunciada para el 30 de abril de 2009.

A su juicio, España debe participar en la búsqueda de soluciones contra la crisis financiera no sólo participando en cumbres como la de Washington, sino también aportando ideas en el grupo de trabajo del Fondo Monetario Internacional que va a concretar las medidas a adoptar.

Rajoy se felicitó de que el G-20 "haya apostado claramente por la economía de mercado, el libre mercado, por la globalización y que no haga caso a quienes hacen planteamientos proteccionistas", como la semana pasada se sugería en un documento elaborado por del PSOE.

Destacó que es "bueno" que los líderes internacionales congregados en Washington coincidan en mejorar los sistemas de regulación y de control de los mercados financieros.

Sin embargo, apuntó que estas reuniones "no pueden ser excusa ni pretexto" para que el Gobierno de España deje de cumplir con su obligación de "tomar medidas eficaces" para los ciudadanos.

"España tiene una crisis económica con rasgos propios: el paro, el endeudamiento y la falta de competitividad de la economía española. Esta crisis es distinta de la del resto de los países", dijo.

Rajoy manifestó que el Ejecutivo de Zapatero tiene "muchos deberes pendientes" porque las medidas que se han adoptado hasta ahora "son ocurrencias e improvisaciones que se han saldado de manera negativa en términos de crecimiento" económico y de creación de empleo.

Para encontrar las soluciones más adecuadas, aseguró que piensa pedir la celebración este año del Debate sobre el Estado de las Autonomías, con el fin de que ahí se traten "los problemas de los ciudadanos" y se adopten las medidas para crear empleo.