Antoni Fogué reclama al Gobierno catalán diálogo y consenso en el proceso de reordenación territorial de Cataluña

El presidente de la Diputación de Barcelona en el 'FÓRUM EUROPA. Tribuna Catalunya'

Antoni Fogué reclama al Gobierno catalán diálogo y consenso en el proceso de reordenación territorial de Cataluña

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BARCELONA, 10 de noviembre. El presidente de la Diputación de Barcelona, Antoni Fogué, defendió hoy el papel desempeñado por la administración local durante los últimos diez años y reclamó "diálogo y consenso institucional y político muy mayoritario" en el proceso que reorganizará el territorio catalán en siete "veguerías" (Barcelona Metropolitana, Catalunya Central, Girona, Alt Pirineu, Ponent, Terres del Ebre y Camp de Tarragona). Se trata de un proceso que se empezará a desarrollar el próximo año y que, entre otras consecuencias, conllevará la desaparición de las diputaciones provinciales. En el marco del 'FÓRUM EUROPA. Tribuna Catalunya', organizado en Barcelona por Nueva Economía Fórum, Fogué dijo que "tenemos que evitar situaciones como la que se planteó durante la última modificación de la ordenación territorial". "Los resultados han dejado mucho que desear porque se hizo con la suficiente y legítima mayoría parlamentaria, pero sin el suficiente acuerdo político e institucional".

Antoni Fogué se mostró a favor de la nueva ordenación, pero manifestó que "debe llevar a una modernización de la Administración para hacerla más eficiente y más responsable socialmente". En su opinión, "al final del proceso la ciudadanía tiene que constatar que está mejor atendida".

El presidente de la Diputación de Barcelona cree que "forzosamente tiene que ser positivo para todos" y considera que la entidad no perderá peso político en Cataluña, porque "la Diputación de Barcelona se ha ganado su legitimidad con el trabajo hecho hasta ahora y no por el territorio".

En este sentido, insistió en la posición de la Diputación de Barcelona en el primer plano del debate político catalán y en el "papel de suplencia" que ha jugado en momentos claves "que no nos tocaría asumir competencialmente", como, por ejemplo, la creación del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona.