Durante un encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, el presidente de los empresarios vizcaínos mostró su preocupación, no tanto por las empresas que se destruyeron durante el periodo de la crisis, sino por la falta de creación de nuevas, pues “desde el 2014 hasta hoy sólo se han creado dos mil empresas".

Destacó que en el año 2008 Euskadi tenía más de 64.000 empresas y en marzo de 2018 están registradas casi 59.000. En este sentido, lamentó que a este ritmo “tardaremos cerca de 11 años en volver a tener lo que tuvimos”.

En su exposición, Garcinuño transmitió la preocupación de las asociaciones empresariales vascas por el escaso tamaño de las compañías “es una asignatura pendiente que hay que reconocer”. “Seguramente estemos perdiendo como empresas uno de los mejores momentos para crecer en tamaño”, aseguró.

Afirmó que la recuperación económica provoca que haya sectores y empresas que mejoran su solvencia y su capacidad para afrontar nuevos proyectos, aunque “siguen existiendo empresas con serias dificultades y que podrían encontrar su salvación en la venta o en la unión con otra”.

El presidente de la Confederación Empresarial de Bizkaia echó en falta la inversión empresarial de cierto calado realizado por medianas o grandes empresas. Según Garcinuño, el motivo es que “no andamos sobrados de este tipo de empresas”.

El año pasado, 300 empresas entraron en concurso de acreedores, y el objetivo es alcanzar el número de antes de la crisis, alrededor de 200, lo que refleja “que hay todavía empresas y sectores lejos de la recuperación”.

Para Garcinuño, el problema no es solo de financiación y se preguntó “cuál es el freno” para este crecimiento en el tamaño de las empresas vizcaínas. En su opinión, la razón principal “hay que buscarla en nosotros mismos” y apuntó a la actual legislación laboral que “no ayuda a superar la frontera de los 50 trabajadores”, cuestión que plantea negociar con la representación sindical. También se quejó de la falta de “incentivos fiscales determinantes que ayuden a tomar tal decisión” y pidió una reflexión profunda por las consecuencias que tiene para el país.

El presidente de CEBEK  se mostró optimista en cuanto a las perspectivas de crecimiento de las empresas vascas y adelantó que el 46% de las empresas prevén aumentar la facturación en el 2018 y aumentan de un 38% a un 52% las que “creen que su producción situará su ocupación productiva por encima del 80%”.

En este sentido, el presidente de los empresarios vizcaínos afirmó que “la confianza genera una mayor inversión y un mayor consumo” y manifestó que en opinión de CEBEK  existen razones para recuperar la confianza en un futuro “igual, o mejor”.