Lo dijo durante su participación en este encuentro organizado de forma telemática por Nueva Economía Fórum. “Todo el abastecimiento previsto para hostelería y turismo se ha derivado prácticamente a los bancos de alimentos, lo que nos ha permitido dar la cara y atender el ‘tsunami’ de demanda de alimentos que ha provocado esta pandemia”.

Juan Vicente Peral Ayala destacó la labor de los 3.000 voluntarios de la federación, que aglutina a 54 bancos de alimentos, ya que permite afrontar la crisis social desencadenada por el coronavirus “con todo el valor y toda la voluntad posible ante la situación realmente dramática que existe”.

El presidente de Fesbal subrayó, en este contexto, que la sociedad “está muy concienciada de lo que estamos pasando”. “Estamos captando alimentos especialmente de la donación privada como nunca. Hay una respuesta unánime una conciencia de la gravedad de la situación, y esta concienciación la demostró el buen resultado de la 'Gran Recogida' y a tono con ella las donaciones de productores, distribuidores y cooperativas”, añadió.

Peral explicó que también la pandemia ha influido en esa campaña que la federación suele organizar a finales de cada año, pues en 2020 ha tenido que ser una 'Gran Recogida' virtual, para evitar la manipulación de productos en los supermercados y, con ello, la expansión del Covid-19 entre trabajadores de esos centros, voluntarios y donantes particulares.

La 'Gran Recogida' supera cada año el acopio de más de 20 millones de kilos de alimentos, algo que en esta última edición se ha traducido en el reto de cambiar los kilos por euros. A pesar de las reticencias que los voluntarios han encontrado en algunos donantes de edad más avanzada, la campaña virtual “ha sido un éxito”. “El cambio ha sido muy novedoso. Hay personas situadas en el estrato de mayor edad que querían materializar su aportación solidaria físicamente y ha habido que explicar mucho para que la sustituyeran por la dineraria”, concretó.

Así lo apuntó durante su participación en este encuentro organizado de forma telemática por Nueva Economía Fórum, en el que intervinieron varios representantes de Fesbal. El objetivo de este fondo es financiar medidas de los países de la UE para proporcionar que más lo necesitan alimentos o asistencia material básica, como alimentos, ropa, calzado y otros productos esenciales de uso personal, como los destinados a la higiene. La asistencia material debe ir acompañada de medidas de inclusión social, como orientación y apoyo para sacar a esas personas de la pobreza.

La Comisión Europea propuso en mayo de 2020, modificar el reglamento para afrontar las necesidades crecientes de la pandemia de Covid-19 en la población más vulnerable, poniendo a disposición del fondo recursos adicionales hasta el 2022. También se permitió más flexibilidad y liquidez para los Estados en este contexto, por lo que los países de la UE pueden elegir el tipo de ayuda que desean proporcionar (alimentaria, material básica o una combinación de ambas) y cómo obtenerla y distribuirla.

Las autoridades nacionales pueden encargarse de comprar los alimentos y demás productos y entregarlos a las organizaciones, o bien entregar a estas los fondos para que los compren ellas mismas.

ORIGEN DE LOS PRODUCTOS

A este marco normativo de ayudas se refirió Greciano, que destacó en ‘NEF Online’ que más de un 30% del total de las 144.500 toneladas de alimentos que distribuyó Fesbal en 2019 (los datos de 2020 están sin cerrar) procedían del FEAD.

Además, precisó que un 19% de los alimentos fueron de retiradas de mercado de frutas y hortalizas por parte de productores, que aportaron productos frescos y excedentes o para transformarlos en zumo.

Asimismo, alrededor del 18% de los kilos tuvieron origen en la industria agroalimentaria, a través de excedentes y donaciones directas; el 14% procedió de programas de recogidas de mermas o donaciones directas y el 16% restante de colectas, entre ellas la 'Gran Recogida'.

Mientras el Gobierno detalla cómo hará llegar el fondo europeo a las organizaciones solidarias y, por tanto, a los colectivos más vulnerables, el director de Operaciones de Fesbal aseguró que la federación se ha adelantado para tener recursos en los próximos meses.

“Una particularidad de este fondo es que tiene un mecanismo que si no se han usado recursos se pueden utilizar en otras medidas”, dijo, en referencia a que Fesbal contará con “dos fases adicionales de recursos no usados” que llegarán hasta diciembre de 2021. “A partir de ese umbral no sabemos cómo se va a desarrollar el Fondo FEAD”, añadió.

“Entendemos que el reglamento aprobado se trasladará por parte del Estado español, pero no conocemos mucho más”, continuó Greciano. “En cualquier caso, tenemos este año cubierto", indicó.

“Estamos cumpliendo una labor social, no sólo atendiendo la necesidad de las personas, sino que además los bancos de alimentos están impidiendo que más del 50% de lo que movemos vaya al vertedero y, por lo tanto, favorecen la defensa del medio ambiente evitando la emisión de gases de efecto invernadero. Esa doble misión, social y medioambiental, merece ser destacada”, señaló durante su participación en este encuentro organizado de forma telemática por Nueva Economía Fórum.

Según precisó Peral, del total de los alimentos que distribuye la federación el 33% procede de ayudas de la UE, el 17% es de fruta y hortaliza, el 35% son donaciones privadas o de cooperativas fabricantes y distribuidores y el otro 15% de las recogidas que hacen los bancos, como la campaña de final de año denominada ‘la Gran Recogida’.

“Los bancos nacieron para aprovechar aquellos productos que en su fase de prejubilación mercantil estaban condenados al vertedero”, añadió el presidente de Fesbal, que se compromete a hacer llegar “en tiempo y forma” esos productos “con fecha corta de consumo”. En este contexto, recalcó que “la calidad de los alimentos que se donan es impecable, están en perfectas condiciones de consumo”.

Durante su participación en ‘NEF Online’, Peral expuso el funcionamiento profesionalizado de la federación y detalló que “los bancos de alimentos no atienden directamente a las personas físicas”. “Lo hacemos como una cadena profesional de distribución a modo de mayorista, con una red de entidades benéficas minoristas y finalmente (llega a) los destinatarios”, cuya situación valoran las ONG.

200 MILLONES DE KILOS

El tesorero de Fesbal, Gregorio Pérez Calvo, puntualizó, que la federación funciona con “recursos muy escasos, a base de donativos y algunas cuotas de socios”. “Estamos moviendo sobre 200 millones de kilos de alimentos al año y la infraestructura de gastos de personal supone el 2% de todo esto”. “Con el Covid hemos tenido que hacer más gastos porque a nuestros 3.260 voluntarios les hemos hecho varias pruebas PCR”, añadió.

Fesbal señala que si el trabajo de esos voluntarios se tuviese que retribuir supondría un gran coste económico a la sociedad. La mayoría son jubilados, con gran experiencia profesional que “en lugar de dedicarse a ‘contar nubes’ ofrecen su tiempo a su comunidad antes de irse de ella”, subrayó el presidente. “Es un servicio inestimable”, recalcó.

Además, la pandemia ha disparado la demanda de ayuda. Antes de marzo de 2020 los bancos de alimentos llegaban a 1.250.000 personas, cifra que actualmente supera el 1.700.000 personas. “Y la perspectiva es que va a haber más demanda y sin embargo las empresas restringen la producción”, lamentó.

A ello hay que añadir la particularidad de la sociedad española. Según el presidente de Fesbal, “desgraciadamente” la organización tiene tanto músculo porque el país “tiene un nivel de paro que muchas veces ha sido más del doble de la media europea”. “Por esto, la red de bancos de alimentos española es la más importante de Europa”, dijo Peral Ayala.