El fraude fiscal es un robo social que hay que denunciar

El Coordinador General de Ezker Batua-Berdeak en Tribuna Euskadi

El fraude fiscal es un robo social que hay que denunciar

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BILBAO, 09 de marzo. El coordinador general de Ezker Batua-Berdeak, Mikel Arana, afirmó hoy en el Fórum Europa. Tribuna Euskadi que la economía sumergida en España se sitúa entre el 20% y el 30% de la actividad económica e indicó que "si queremos mantener el nivel de protección social, hay que aumentar los ingresos públicos, ni más ni menos".

Asimismo, Arana dijo que también hay que intensificar de manera radical la inspección fiscal. “¿Cómo se puede hablar de la economía sumergida española sin sonrojarse?”, se preguntó, para afirmar seguidamente que el fraude fiscal es “un robo social, y hay que verlo y denunciarlo”.

Durante su participación en el citado encuentro informativo, organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum, Mikel Arana declaró que “es responsabilidad del Gobierno liderar ese debate en Euskadi”. Para el coordinador general de EB, es necesario “proceder a una revisión profunda de la fiscalidad en Euskadi, serena pero profunda”.

Arana criticó además “las sucesivas bajadas de impuestos, que no han servido en absoluto para responder a la crisis, ya que las empresas han tenido que despedir a sus trabajadores igualmente”.

En este sentido, manifestó que “esa falta de recaudación ha generado las condiciones para que sea mucho más difícil salir de la misma, al no tener las administraciones recursos suficientes para desarrollar políticas anticíclicas y sociales potentes”.

CRÍTICAS A PATXI LÓPEZ
Mikel Arana criticó la postura del Gobierno de Patxi López ante el fraude fiscal, ya que “esta intensidad en la detección del fraude no se produce con la misma intensidad a la hora de revisar las bolsas de fraude en Hacienda mucho mayores”.

Además, criticó también al Gobierno socialista por no pararse a analizar el actual mercado de trabajo, que apenas registra ofertas y que “cronifica a muchas personas en el desempleo, pero en contra de su voluntad, y se ven abocadas a agotar sus prestaciones por desempleo contributivas”.

Frente al miedo al efecto llamada por la necesidad de ofrecer ayudas sociales, Mikel Arana reivindicó el “efecto llamada al trabajo con salarios dignos”.

Sobre el sistema de protección pública de pensiones y el retraso de la edad de jubilación, dijo que le preocupa que este debate se reduzca a cuantificar el descenso de gasto público que se conseguiría al retrasar la edad de jubilación o ampliar el número de años computables a efectos de cálculo de la pensión de jubilación.
 
Para el líder de EB, también es preocupante el debate que se está queriendo plantear sobre el modelo de relaciones laborales, ya que “sólo oímos hablar de nuevos modelos de contratos a cuál más draconiano, de flexibilidad, de simplificar los despidos, y en general todos los trámites legales vinculados a la actividad laboral”.

Otro de los asuntos que preocupan su partido es la confusión que se produce ante los postulados del centro-izquierda y el centro-derecha en Europa, ya que “con demasiada frecuencia se han asumido los postulados liberales de no intervención en la economía y de la disminución de la recaudación fiscal en pos del crecimiento”.

Arana cree que todo esto conlleva un recorte de los derechos de manera muy importante, “y encima lo están haciendo los partidos de perfil socialdemócrata”.

Sobre la actuación en materia económica del actual Gobierno vasco, Mikel Arana cree que el sistema de educación público “se va debilitando frente a la privada y concertada”. Además, criticó la ausencia de centros públicos de enseñanza secundaria en ciudades de más de 16.000 habitantes y la eliminación de proyectos aprobados de escuelas rurales.

Sobre los servicios sociales, cree que está sucediendo algo similar y dijo que “aunque nadie cuestiona el entramado de protección social, se está empezando a limitar el acceso de los más desfavorecidos al mismo”.

“La ley de garantía de ingresos mínimos convierte a la renta de garantía, antigua renta básica, en derecho subjetivo, es decir reclamable ante los tribunales”, manifestó.