Así se expresó Ansola en este evento organizado por Nueva Economía Fórum, donde apuntó que dicha dependencia, cuando se producen problemas geopolíticos como la guerra en Ucrania, genera “una situación compleja que toca gestionar”

En todo caso, señaló que “la situación de partida de cada país es muy distinta”, lo que lleva a que también pueda haber diferencias en las medidas que se aplican.

A este respecto, señaló como ejemplos los casos de Polonia y Alemania, países que todavía tienen un consumo muy alto de carbón, lo que dispara sus emisiones, algo que en el caso germano se explica por su eliminación de las nucleares. “Han querido correr demasiado”, espetó.

“Hay que apostar por fuentes de energía autóctonas y renovables”, prosiguió Ansola, que considera “prioritario” cambiar el mix energético de Europa con “políticas claras para reducir la dependencia de terceros países y potenciar la apuesta definitiva por la descarbonización total de la economía”.

En esta línea, reiteró que “cada cual debe impulsar el modelo que mejor se adapte a su territorio y su situación social”, ya que “no hay una política energética e industrial única”.

En concreto, señaló que “el debate” se produce a la hora de determinar cuál es la energía de respaldo que se mantiene en la transición puesto que la producción renovable no es suficiente. “No existe ninguna tecnología que sustituya a lo existente todavía”, sentenció.

Por otro lado, se refirió a la importancia de las interconexiones para que pueda existir un mercado único real en el continente. En este contexto, defendió que la interconexión con Francia por el golfo de Vizcaya es un proyecto totalmente necesario” a pesar de su alto coste.