Durante su intervención en el acto informativo, organizado por Nueva Economía Fórum, el ministro reconoció que “al principio será débil, pero en 2012 ya seremos una economía con capacidad para crear empleo”. Además, aseguró que 2012 será un año “probablemente para empezar a reducir algo nuestro nivel de desempleo”.

Gómez recordó los “problemas estructurales” del mercado de trabajo español, con una elevada temporalidad, poca flexibilidad, mucho peso de ocupaciones con baja formación, un empleo muy dependiente del ciclo económico y muy volátil.

Todo ello se ha buscado combatir con la reforma del mercado laboral aprobada el verano pasado, dijo, aunque el ministro pidió tiempo para ver sus efectos, porque analizarlo en un momento de crisis “no tendría sentido”.

El titular de Trabajo reconoció la “situación difícil” en que se encuentra el mercado de trabajo, como ponen de manifiesto los últimos datos de desempleo.

Preguntado por la propuesta alemana de ligar las subidas de sueldo a la productividad o a los beneficios empresariales, defendió el modelo ligado a la previsión de inflación y con cláusulas de revisión. “A nosotros no nos ha ido mal”, afirmó.

ABUSO DEL DESPIDO CARO

En cuanto al despido, explicó que su coste es elevado porque “se utilizan mayoritariamente procedimientos no causales”, y apuntó que “el 85% de los despidos que se realizan en un año de crisis como éste son improcedentes”. En este sentido, defendió que la reforma laboral “va encaminada a lo contrario: a que parte de esos despidos sean causales, a que el despido sea un arma final, no un arma habitual que se utiliza masivamente”.
 

Valeriano Gómez insistió en que “somos un país que abusa del despido caro”, y abogó por un “un despido más barato pero que se utilice menos”. Preguntado por el fondo de capitalización que se pondrá en marcha, subrayó que a ello está destinado el grupo de expertos, e indicó que debe tener una conclusión antes de junio de 2011.

El responsable de Trabajo aprovechó para lanzar un mensaje a los jóvenes en paro, muchos de ellos “víctimas del exceso en el ámbito inmobiliario”. “Si siguen pensando en dedicarse a la construcción, cometerían un error importante”, porque este sector, “para bien”, ya no volverá a tener el tamaño de hace unos años.

TRABAJADORES EXTRANJEROS
 

Por otra parte, habló del nuevo reglamento de extranjería, que calificó de “pieza clave” y que “ha de responder a los nuevos retos”.
 

De este tema, el ministro señaló que “la capacidad de absorción de mano de obra extranjera se ha reducido drásticamente” y que las principales líneas que se han de trazar van por la vía de “consolidar la cultura de la regularidad”.

”El reto no está en las entradas de población, sino en garantizar que los extranjeros que están aquí sigan en la regularidad, que no salgan de ello; ese es el principal reto de la política de inmigración”, añadió.
En todo caso, recordó que “ahora están volviendo (a sus países de origen) más de los que vienen. Tenemos que contemplarlo en términos de normalidad; vienen cuando hay trabajo y se van cuando no lo hay”.