Margallo alaba a Ashton el buen clima que ha creado en el Consejo de Exteriores de la UE

El ministro de Asuntos Exteriores presentó el Fórum Europa con Lady Ashton

Margallo alaba a Ashton el buen clima que ha creado en el Consejo de Exteriores de la UE

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MADRID, 13 de junio. El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ensalzó hoy en el Fórum Europa a la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, por haber creado “una enorme complicidad, amistad y cariño” entre los 28 ministros que componen el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE, que Ashton preside.

Margallo presentó la intervención de la Alta Representante en la tribuna informativa que organizó en Madrid Nueva Economía Fórum, en una introducción que comenzó diciendo que le complacía especialmente porque Ashton le “cae bien” y concluyó bromeando que, como el cariño que le profesa fuera recíproco “sabe Dios cómo acabará esto”.

El ministro elogió la “enorme habilidad” que ha tenido la Alta Representante al presidir un Consejo en el que se sientan personas distintas con proyectos e intereses “no siempre convergentes”, porque en Europa hay quienes quieren hacer de la UE un tren de alta velocidad, quienes quieren limitarla a “servicio de cercanías” y quienes directamente la enviarían al “museo ferroviario”.

Dijo que él, que a menudo se siente “un verso suelto”, se siente “presidido” por Ashton en el Consejo de Asuntos Exteriores, y que eso le pasa también con el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, pero no “demasiadas veces” más.

Alabó que la Alta Representante “preside muy bien”, con un orden del día y un programa muy bien hechos y que, además, ha sabido crear un ambiente personal “que ayuda a arreglar muchas cosas”.  Bromeó que Ashton permite hablar a los ministros “hasta el agotamiento” para terminar imponiendo sus ideas y le reconoció el mérito de haber puesto en marcha el Servicio Europeo de Acción Exterior, que no puede ser uno al uso tradicional y debe crear “una cultura de política exterior” en la UE, que de momento “no acaba de alcanzar perfiles definitivos”.

Margallo mencionó también la iniciativa promovida por su Ministerio de integrar diplomáticos españoles en el Servicio Europeo de Acción Exterior, que, además de reducir costes, permitirá estrechar lazos de colaboración, algo especialmente importante porque “la integración de políticas nacionales en una política exterior común es la asignatura que tenemos que aprobar cuando antes”.

El ministro reconoció que la representación numérica de funcionarios españoles en el Servicio Europeo de Acción Exterior es superior a la que corresponde al país, pero “inferior a nuestra potencia intelectual y nuestra ansia de construir Europa”, por lo que anunció su intención de colocar a más.

Ashton, que ayer nombró a otro español cuya identidad no quiso revelar, respondió al desafío bromeando que con dicha designación pensaba que ya tendría a Margallo contento, aunque aseguró que ella nombra a los candidatos que le parecen idóneos independientemente de su procedencia.
 
CAMERON
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, respondió este jueves a las declaraciones del primer ministro británico, David Cameron, que ayer se posicionó a favor del derecho a decidir de los pueblos, argumentando que la Constitución española especifica que la soberanía para decidir sobre este tipo de cuestiones reside “en el pueblo español en su conjunto y no en una parte del pueblo español”. De esta forma, el ministro subrayaba que el caso escocés no es extrapolable a Cataluña.
 
El ministro español, que atendió a los medios a la salida del Fórum Europa, recordó que su país, a diferencia del Reino Unido, se rige por una Constitución escrita que defiende la “indivisibilidad de España”, aunque no criticó la decisión de Cameron de permitir un referéndum en Escocia para que los ciudadanos decidan sobre su futuro.
 
Además, reiteró que en España una hipotética declaración de independencia unilateral por parte de Cataluña la excluiría de la Unión Europea y, por lo tanto, quedaría fuera del mercado interior, con el impacto económico que ello supondría, que algunos estudios lo sitúan en una caída del PIB de entre un 20 y un 25 por ciento.