En el citado encuentro informativo organizado en Santiago de Compostela por Nueva Economía Fórum, Viaño se refirió a la Universidad como una “pieza clave en el crecimiento de la sociedad”. “Nuestro compromiso es social, nuestro beneficio es social, no está motivado por el lucro”, dijo.

Tras apelar a la creación de “un escenario claro de responsabilidad” y demandar una “reflexión sobre lo que somos, queremos y debemos ser”, se refirió a la necesidad de “tomar medidas claras para recuperarnos y evitar que sigamos hablando de deuda y déficit”.

En este sentido, explicó que debió afrontar una deuda de 50 millones de euros y un déficit de 14 con 4.000 personas a cargo de la entidad, “una de las más grandes de Galicia”. “Es preciso afrontar la realidad por muy dura que sea”, dijo antes de solicitar “un cambio radical en nuestras estructuras para una mayor calidad en la docencia y en la investigación”. “Estamos intentado salir de la crisis, pero nos queda un 2016 complejo. Creceremos a finales de 2016 o en 2017”, reveló.

Para Viaño, la burocracia lastra “la realidad diaria”. También alertó contra la “especialización extrema, que puede ser exagerada”. Un ejemplo dañino de esa “hiperespecialización” es aquel que solo aprende a apretar un tornillo “olvidando que amarra todo un motor a la carrocería”.

En este sentido, se refirió a la “oferta de las dobles titulaciones”, ideada para que los estudiantes puedan compaginar disciplinas complementarias. “Reconozco que acertamos”, dijo al analizar la respuesta estudiantil en cuanto a la cobertura de plazas y al aumento de las matrículas. “Tenemos que seguir ahondado en la mejora de nuestra oferta para los jóvenes, pero también para los profesionales en activo que precisen actualizar sus conocimientos”, agregó el rector de Santiago, una Universidad con 520 años de historia.

Viaño afirmó que la Facultad de Medicina se trasladará al entorno del complejo hospitalario de Santiago con el nombre de Ciencias de la Salud. “No hay plazos definidos”, comentó sobre este asunto.

El rector añadió que hoy no tendría sentido la segregación universitaria realizada a finales de los 80 en el mapa universitario gallego, pero admitió que entonces fue “correcta” porque había que dar respuesta a “80.000 estudiantes”. “Las tres universidades gallegas deben seguir adelante”, manifestó. “Tampoco está fuera de lugar que convivan tres universidades en un territorio de 2,7 millones de habitantes, en otros lugares también se produce”, dijo antes de calificar este “debate” de “inútil”.