Boya apuntó en este encuentro organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid que ello se enmarca dentro de la iniciativa Campus Rural. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico lanzó su primera edición durante el curso académico 2021/2022 para que estudiantes de grado o de master puedan hacer prácticas formativas en entornos rurales con el apoyo de universidades con el fin de reactivar zonas en riesgo de despoblación.
 
Este programa permite a esos estudiantes completar su formación con el desarrollo de prácticas académicas, curriculares y extracurriculares en municipios de menos 5.000 habitantes o núcleos rurales por debajo de ese umbral.
 
Boya comentó que Transición Ecológica esperaba reunir a unos 150 universitarios, pero finalmente han sido 450 gracias a convenios firmados con 37 universidades. “El próximo curso vamos a elevar esa cifra a los 1.000 estudiantes”, indicó, antes de señalar que estos alumnos generarán “un impacto enorme” en el medio rural porque serán “nuevos prescriptores” que tienen interés en trabajar en los pueblos.
 
Esa es una de las medidas en las que trabaja el Gobierno para combatir la despoblación rural. No en vano, Boya apuntó que el 80% de la población vive en un 20% del territorio y 19 provincias están entre las menos pobladas de Europa.
 
Apenas 5,7 millones de personas viven en la “España interior” y más del 60% de los 8.113 municipios españoles tienen menos de 1.000 habitantes. Además, cerca de 4.000 localidades tienen una densidad inferior a 12,5 habitantes por metro cuadrado, un límite que los expertos consideran que por debajo del cual “muchas veces no hay vuelta atrás”, según Boya.
 
“Si sumamos envejecimiento y un proceso de masculinización tenemos un amplio territorio de nuestro país que está en grave peligro y tendrá consecuencias evidentes para el conjunto de la sociedad”, dijo Boya.
 
“VISIÓN INTEGRAL”
 
Por ello, Boya recalcó que el Gobierno aborda el reto demográfico con “una visión integral” para que los territorios rurales ofrezcan oportunidades a las personas que viven en ellos y gracias a un modelo de “gobernanza” con las comunidades autónomas y las entidades locales que canalizan “recursos y medidas que empiezan a tener un impacto positivo”.
 
Por ejemplo, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) comenzó con “una bolsa” de 75 millones de euros para “proyectos singulares” de eficiencia energética y fomento de energías limpias en municipios pequeños o en riesgo de despoblación que se ha ampliado a unos 675 millones de euros.
 
Además, el Gobierno ha contribuido el último año a reducir en 13 puntos porcentuales la brecha de conectividad digital entre lo urbano y lo rural. Boya indicó que España podría estar conectada a 100 megas “en todas partes” durante el próximo año.
 
Por otro lado, Boya indicó que la fusión de municipios como el de Don Benito y Villanueva de la Serena (Badajoz) debe ser “algo absolutamente voluntario” y que existen otras fórmulas como la creación de comarcas porque “municipio a municipio es muy difícil dar respuesta a los problemas”.
 
El politólogo Nacho Corredor intervino para presentar la conferencia de Boya y recalcó que el reto demográfico es “uno de los principales retos de las sociedades contemporáneas”, pues abarca no solamente pueblos, el envejecimiento de la población o la diferencia entre lo rural y lo urbano, sino que afecta incluso a jóvenes de Barcelona que quieren acceder a una vivienda o a los de Madrid que no desean respirar aire contaminado.
 
Por último, Íñigo Díaz de Espada, vicepresidente de la Fundación Cepsa, cerró el encuentro con un llamamiento para que el reto demográfico sea aprovechado “entre todos como oportunidad única para integrar el medio rural dentro de la necesidad”.
 
“Si queremos potenciar renovables tanto en electricidad como en otros combustibles necesitamos mucha energía renovable y esto depende de cómo consigamos atraer al medio rural de que esto es una oportunidad de crecimiento y desarrollo”, comentó.