Eduardo Madina se compromete a seguir avanzando en la "laicidad de la democracia"

Los candidatos socialistas por las circunscripciones vascas en el 'FÓRUM EUROPA Tribuna Euskadi'

Eduardo Madina se compromete a seguir avanzando en la "laicidad de la democracia"

Con el patrocinio de BBK, Orange y Petronor

BILBAO, 7 de febrero. El cabeza de lista del PSE al Congreso por Vizcaya, Eduardo Madina, considera que la democracia está hoy en plenas condiciones de exigir a quienes la conducen una vocación permanente de contribuir al perfeccionamiento del sistema democrático, y quienes no estén dispuestos a dar pasos en esta dirección, "sencillamente no están en condiciones de gobernarla". Durante su participación en el 'FÓRUM EUROPA. Tribuna Euskadi', organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum, Madina aseguró que el proyecto socialista se siente heredero "de los principios inspiradores de la revolución francesa: libertad, igualdad y solidaridad", al tiempo que se comprometió a seguir avanzando en "la laicidad de la democracia".

Eduardo Madina quiso dejar claro, sin embargo, que su partido "no aspira a la homogeneidad". "No traemos ningún esquema obligatorio que imponer a nadie", manifestó.

Aseguró que se sienten cómodos en la diversidad, y "si en política tenemos algún dios al que venerar es en cualquier caso un dios laico que no se mete en el corazón de nadie". "Nuestras ideas han venido para la inclusión y será difícil que alguien, ni Mayor Oreja ni Ibarretxe, ni Aznar ni Rouco Varela, nos encuentren en ninguna lucha de delimitación".

El candidato del PSE por Vizcaya recalcó que el proyecto socialista "está basado en la defensa del proyecto de todos". Agregó que frente a la derecha y a la extrema derecha, su formación defiende "la igualdad plena de derechos de todos los ciudadanos, independientemente de su orientación sexual, género o procedencia".

En este sentido, se felicitó porque, a su juicio, "ya nadie tiene el monopolio de la definición oficial de la orientación sexual, de la que vale y de la que no vale, de la identidad o de los monopolios de familia", por lo que consideró normal que algunos "estén nerviosos, que griten y que pidan que no se vote al Partido Socialista".