La clave para evitarlo es, en su opinión, asegurar que los cimientos económicos sean sólidos, algo en lo que Holanda trabaja desde 2002 y gracias a lo cual tiene una economía exitosa. Pero no se puede ser orgulloso, añadió, "porque la caída puede ser todavía más dura".

Preguntado expresamente por ese término, abogó por tener "mucho cuidado" al hablar de "crisis", al menos en el ámbito político. En el económico, "está claro que tenemos una recesión y es difícil decir cuando llegará el momento más bajo".

Según sus previsiones, Holanda llegará a su "nadir de la curva económica" el próximo año, y lo mismo puede ocurrir en buena parte de Europa. Cuando la inversión comience a subir se percibirá el cambio de tendencia pero, por el momento, "las perspectivas son negativas".

En España, subrayó, ocurre algo similar, todos reconocen "las dificultades económicas" y por ello hay que fomentar la inversión, reducir las cargas administrativas de las empresas y recuperar la confianza de productores y consumidores.

Para superar la crisis y crecer a largo plazo, Balkenende considera fundamental apostar por las energías renovables y la eficiencia energética, asumiendo un liderazgo mundial en este ámbito desde la Unión Europea.

En cuanto a la energía nuclear, se mostró partidario de la "honestidad" para decidir y exponer de dónde se extraerá la energía en caso de rechazar la nuclear. En todo caso, alertó de la necesidad de encontrar un equilibrio que evite las emisiones de CO2 pero también los resíduos.