Imaz, supo del atentado mientras se producía el coloquio posterior a su intervención en este foro de debate y fue informando a los asistentes conforme le iban llegando noticias de la explosión. El dirigente nacionalista vasco condenó el atentado "con contundencia" y señaló que la realidad es que ETA "sigue ahí" y que debemos ser "prudentes" porque "mañana podríamos estar en un escenario distinto".

Por este motivo pidió que "nadie lance las campanas al vuelo sobre el fin de ETA", aunque reconoció que la banda atraviesa un doble declive: político y social, a lo que, dijo, ha contribuido la colaboración de las distintas policías internacionales y que, a raíz del 11 de marzo, se incrementó.

Imaz se refirió también al "declive" social de la banda por el "rechazo de la mayoría de la sociedad vasca" y también en los últimos cuatro años del rechazo a la violencia de parte de quienes les apoyaban. A su juicio, la tregua fue un punto de inflexión en el proceso de crítica interna de Batasuna.
Ante este escenario, matizó que quien tenga que "bajar a los infiernos" (a hablar con ETA) que sepa cual es el momento "más adecuado" y que se realice con la mayor discreción.