En un encuentro informativo del Fórum Europa, organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, el líder convergente aseguró tajante que “no hay ninguna trama”, sino que hay “unos cargos socialistas al frente de algunas instituciones” que podrían haber incurrido en irregularidades.
 
En el caso de los dos ex dirigentes de Convergència detenidos, aseguró que lo que hay son “conductas individuales de militantes (de CiU) muy importantes en su momento, que a título individual pueden haber cometido alguna irregularidad”.

En todos los casos, esas acusaciones tendrán que demostrarse y, en el caso de que haya responsables, tendrán que ser sometidos a “un juicio justo”.

Aunque Mas se mostró tranquilo porque tras dos décadas de Gobierno de Jordi Pujol, CiU fue sometida a “dos auditorías y tuvo a la Fiscalía Anticorrupción encima durante un año”, dijo que “quizá se sabrán más cosas” en relación a posibles irregularidades en un futuro próximo.

Entiende el presidente de CiU que, en buena parte, las acusaciones de corrupción que recaen sobre políticos catalanes tienen por objetivo transmitir la idea de que Cataluña es “un estercolero”, imagen contra la que Mas se comprometió a luchar.
 

PENA DE TELEDIARIO
El presidente de Convergència insistió en que “si queremos una sociedad sana, tenemos que construirla sobre el principio de presunción de inocencia y no sobre el de presunción de culpabilidad”.

Expresó su malestar por la difusión de imágenes de los detenidos por presuntos casos de corrupción en Cataluña, esposados y recogiendo en bolsas de basura sus pertenencias en un traslado policial.

A su juicio, la “pena de Telediario” constituye un “juicio social” que se hace en “minutos o incluso segundos” y que está completamente apartado del “juicio legal, que suele ser lento en el tiempo”.

Ese juicio social convierte casi en “marginal” el juicio legal y deja a los implicados como condenados y sin posible rehabilitación aun cuando sean finalmente exculpados por los jueces, indicó.

”Hacer un juicio social no nos va a llevar muy buen puerto, porque supone construir nuestra sociedad sobre el principio de presunción de culpabilidad” y hurtar el derecho “a un juicio justo”.