Anxo Quintana aspira a una mayor presencia de los nacionalistas gallegos en las Cortes Generales tras las elecciones del 9-M

El vicepresidente de la Xunta de Galicia en el Fórum Europa

Anxo Quintana aspira a una mayor presencia de los nacionalistas gallegos en las Cortes Generales tras las elecciones del 9-M

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MADRID, 25 de enero. El líder del Bloque Nacionalista Galego (BNG) y vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, expresó hoy su deseo de que "Galicia tenga un mayor peso político en el Estado" tras las elecciones generales del 9 de marzo, ya que de ese modo podrá apoyar aquellas decisiones que beneficien a la autonomía y garantizar el reconocimiento de la "plurinacionalidad" de España. Quintana señaló en el Fórum Europa, organizado por Nueva Economía Fórum, que actualmente, en el contexto del Estado, "Galicia no existe como espacio de decisión y poder", por lo que apuntó que su deseo para los comicios generales es que el BNG logre una capacidad de influencia en el Gobierno español similar a la de los nacionalistas catalanes y vascos.

Según Quintana, desde su formación prefieren "autorresponsabilizarse" de los problemas de Galicia "que abdicar" en otras instituciones, "esperando que hagan lo que tú no eres capaz de hacer".

Por ese motivo, el BNG reclama unas mayores cotas de autogobierno, que pasan por el traspaso de competencias como la gestión del tráfico o la creación de una Agencia Tributaria gallega.

En este sentido, Quintana señaló que es necesario que las instituciones estatales apuesten por un modelo futuro en la toma de decisiones "que represente la plurinacionalidad" y el "plurilingüismo" del Estado.

Además, el líder del Bloque destacó que "Galicia no está sola en estas pretensiones", sino que participa, con los nacionalistas vascos y catalanes, en "un programa emocionante" para que se reconozca la "plurinacionalidad española".

En cuanto al voto de los inmigrantes gallegos, Anxo Quintana criticó que algunos de los inscritos en el censo electoral de residentes ausentes no hayan nacido ni vivido nunca en Galicia y que se den caso de votos emitidos por electores que ya han fallecido, una práctica que calificó de "escándalo antidemocrático" y "que debería hacer sonrojar a cualquier sistema democrático".