Juan José Ibarretxe suele decir a menudo que si alguien da su palabra debe cumplirla puesto que de modo contrario nadie volverá a creer en sus compromisos. Es la herencia de su origen, de sus padres, del caserío y también de la industrialización. Juan José Ibarretxe Markuartu nació el 15 de marzo de 1957 en Laudio, una localidad alavesa que ha sabido compartir la sabiduría de la sociedad rural vasca con el laborioso proceso de industrialización vivido en Euskadi durante décadas. Su infancia y juventud fueron, por lo tanto, un proceso constante de aprendizaje de lo que hoy es la Comunidad Autónoma Vasca: un país donde la convivencia entre vascos e inmigrantes ha sido y sigue siendo el éxito de su desarrollo y riqueza.

Negociador tenaz y trabajador infatigable, Ibarretxe fue el tercer Lehendakari vasco de la democracia y el quinto de la historia de Euskadi. Presenta una brillante carrera en la Administración. Alcalde de Laudio durante cuatro años y procurador de las Juntas Generales de Álava entre 1983 y 1994, puesto este último que compaginó cinco años con el de la presidencia de la cámara alavesa, Ibarretxe fue elegido miembro del Parlamento Vasco en 1984. Posteriormente, tras ocupar los cargos de Consejero de Hacienda y Administración Pública, y Vicelehendakari, fue nombrado Lehendakari por primera vez con el comienzo de la VI Legislatura (1999/2001), nombramiento que ha revalidado sucesivamente en la VII (2001/2005) y en la VIII legislatura (2005/2009)

Su currículo -licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad del País Vasco- conectó de inmediato con la Comisión de Economía y Presupuestos del Parlamento de la que llegó a ser su presidente desde 1986 a 1994. Un año después fue designado vicepresidente del Gobierno Vasco y Consejero de Hacienda y Administración Pública por el Lehendakari José Antonio Ardanza hasta el fin de V legislatura, en 1998. Ese mismo año, no dudó en asumir la enorme responsabilidad de sustituir a Ardanza en la presidencia del Ejecutivo autónomo.

Desde entonces, el Lehendakari Juan José Ibarretxe se ha afanado por elevar el nivel de desarrollo del País Vasco y en lograr una estabilidad social en el conjunto de la ciudadanía durante las dos legislaturas en las que ha sido elegido presidente de la Comunidad Autónoma Vasca. Al mismo tiempo, ha puesto todo su empeño en alcanzar la paz en Euskadi, una tarea que, según sus palabras, "se conseguirá entre todos los vascos y vascas, sin exclusiones".

Hombre discreto y sencillo, sus grandes pasiones son el ciclismo, deporte que practica con asiduidad y, sobre todo, su familia. Casado y con dos hijas a las que le une una gran devoción, el Lehendakari suele dedicar los fines de semana a dar largos paseos por el monte y a leer novelas históricas en el recogimiento familiar.

Metódico y ordenado, si algo sorprende de su personalidad es el enorme interés que le provoca el diálogo. Quienes le conocen bien aseguran que siempre escucha antes de hablar y que nunca cierra una puerta ante una duda razonable, ya que para él las cosas no siempre son como parecen. "Con las personas puedes llevarte mejor o peor pero nunca se puede perder el respeto", es una de las frases aprendidas de su padre que con mayor asiduidad repite el presidente vasco. Respeto y palabra. Dos valores primordiales para Juan José Ibarretxe Markuartu.