En el citado encuentro informativo organizado en Barcelona por Nueva Economía Fórum, Laporta abogó por “explicar a los organismos internacionales que este es un sentimiento de Catalunya” y que no vulnera ninguna ley. “Es una bandera que muestra un sentimiento muy respetable”, concluyó el precandidato, quien se definió como “desacomplejadamente catalanista”.

Laporta quien, además de precandidato es expresidente azulgrana y también político, está convencido que esta decisión de la UEFA está motivada por presiones del Estado a través del Ministerio de Asuntos Exteriores: “Hay actuaciones del Estado que, de manera muy sutil, intentan contrarrestar este movimiento que existe en Catalunya”. Y añadió que “si tienes un Barça ambiguo y blando, nos encontramos en una situación en la que damos ventajas y nos puedan humillar”.

Para evitar situaciones como esta en el futuro, Laporta propuso “recuperar puentes” y “explicar las cosas como son, con argumentos” en el ámbito internacional. Para ello, el precandidato quiere contar con el exjugador del primer equipo, el italiano Demetrio Albertini, a quien definió como un “cavaliere” que conoce bien los ambientes y organismos futbolísticos.