En este encuentro organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum definió, sin embargo, lo que él entiende por “secularización”. “No es que desaparezcan las fes, sino que están siendo sustituidas por otras fes. Nuestra sociedad no es absolutamente secular ni lo va a ser”, dijo.

“La gente cree cosas bien raras, en echadoras de cartas, astrología, extraterrestres, prácticas ocultistas, cabalistas y, sobre todo, en el gran número de teorías de la conspiración, tremendamente extendido y que va a más. Este mundo se complica desde el punto de vista de las creencias”, expuso.

A ello agregó que hay otras “fes sustitutorias” del cristianismo, como “el marxismo, el nacionalismo, el ecologismo, el animalismo, la indeterminación de género, la nueva versión del gnosticismo”, y las “fes” de la ciencia y “su subproducto la tecnología”, la identificación del bienestar con lo material y “una última fe”: “El yo, uno, grande y libre”. Se trata, explicó, de “determinadas ideas que se cultivan en determinados ambientes”, “no es un diagnóstico general de la sociedad”, pero que afectan a la Iglesia.

Por eso, ante la crisis de los valores cristianos en Europa, Segura llamó a tener una visión “global”. “Soy consciente de la debilidad de la Iglesia por los abusos sexuales o la inmatriculación, pero estoy convencido que la gente en Europa ha dejado de creer que existe otra vida”, zanjó.

Por ello, apuntó que “es un error importante y extendido pensar que lo que está pasando en Europa marca tendencia en el mundo, más bien lo contrario”. Y lo explicó con cifras oficiales del Vaticano, ya que el 31% de la población mundial es cristiana, la mitad de ese porcentaje católica, y que el cristianismo crece un 1,08% al año, aunque el islam, que supone el 25% de la población, crece al 1,6%. “Dentro de 30 años habrá tantos musulmanes como cristianos en el mundo”, apuntó.

Sin embargo, matizó que, “mientras el catolicismo se debilita en Europa y pierde como 400.000 fieles, en África aumentó 7,3 millones el año pasado”. “África entró en el siglo XXI con 800 millones y lo terminará con 4.500 millones. Pasará de ser el 13% de la población mundial al 40% y justamente es en África donde el catolicismo crece con más fuerza”, de ahí que reiterase que “una cosa es lo que está pasando en Europa y lo que está pasando en el mundo”.

Por ello, añadió, “en otros sitios la percepción de Europa es que es arrogante, que tiene pretensiones de cosas que ya no tiene”. “Este mundo está cambiando rápidamente, necesitamos un poquito de humildad”, aseveró, pues también “la Iglesia se está haciendo pequeña en Europa”. Así, recomendó “construir una comunidad de fe, no un cristianismo social en el que todo el mundo cabe”, “una comunidad pequeña más consistente”.

“La cuestión crítica en Europa es la credibilidad”, prosiguió, porque otra percepción es que “no somos consecuentes”. “Tenemos que encajar el tema de los abusos. Que el cristianismo demuestre que es una fuerza de paz”, pidió, y no sólo que lo pida el Papa, sino que “la Iglesia a todos los niveles está en esa batalla”.

“Ahora en todo este proceso sinodal tenemos que superar el clericalismo, sabiendo que el ministerio ordenado va a seguir siendo muy importante en la Iglesia”, concluyó, poniendo en valor a los laicos en el futuro de la institución.

En la presentación de este acto de Nueva Economía Fórum, la directora de Cáritas Vizcaya, Elena Unzueta, resumió en cinco conceptos a Joseba Segura, como “familiar, hombre de profunda fe, gran vinculación a los social, entusiasta del saber y enérgico”.

Unzueta destacó en el obispo que es el mayor de cinco hermanos, que su fe tuvo como referencias a su madre y a su tío Iñaki, sacerdote ya fallecido, su labor como misionero en Ecuador y que es “hombre de Iglesia diversa, a la que todas las personas sin distinciones entramos y tenemos cabida” y que el prelado “dice y hace en ese sentido”.