Durante este encuentro informativo organizado en Barcelona por Nueva Economía Fórum, la alcaldesa afirmó respetar las decisiones judiciales pero criticó que “para algunos hay mucha severidad” pero no para “un abusador de menores confeso”.
 
Colau contrapuso implícitamente la libertad de Benítez con la prisión provisional de los políticos independentistas que están siendo juzgados en el Tribunal Supremo por el desafío separatista de otoño de 2017, para los que suele pedir públicamente que salgan a la calle pero a los que esta vez no mencionó expresamente.
 
La alcaldesa puso al Ayuntamiento al lado de Manuel Barbero, el padre que destapó el caso de los abusos sexuales a menores del colegio de los Maristas de Barcelona, y trasladó su respaldo a todas las víctimas “para luchar contra la impunidad”.
 
Del mismo modo, afeó y calificó de “vergüenza” que la escuela conociese los abusos y lo tapase durante tantos años.