Bote habló así en un encuentro organizado por Nueva Economía Fórum en Barcelona, donde alertó del “envejecimiento de la población” combinado con la llegada de un “contingente notable de población migrante”, en un momento en el que mientras la población mayor de 85 años se ha “multiplicado por cuatro” desde 1987 y los indicadores de natalidad “se han reducido a la mitad”.

En este contexto, se refirió a la “segregación residencial a escala metropolitana”, ya que si bien anteriormente las personas estaban segregadas por renta en las ciudades ahora ha habido un “salto de municipio” y ayuntamientos como el de Mataró están “acumulando de una manera lenta las rentas medianas y más bajas”.

Asimismo, señaló que quienes llegan a los municipios como Mataró, “en un período corto de tiempo muy pocos de ellos se apalancan o se quedan establecidos” y otros muchos usan este período como “plataforma para encontrar otros lugares en los que establecer su vida”, lo que plantea “dudas importantes sobre cómo es la presentación de servicios y cómo adaptarse a esta nueva realidad que es volátil”.

Bote relató que todas estas diferencias tienen una “repercusión en los recursos” y en la “diferencia de recursos que tiene cada municipio” porque mientras algunos tienen “ingresos más altos por habitante” y “concentran rentas más altas” otros tienen “ingresos más bajos” y tienen una “parte más alta” de este dinero “comprometida a las políticas de protección social para atender a esta población más vulnerable”.

Esta situación, a juicio del alcalde, “genera graves desequilibrios” y pone “en peligro el esqueleto y la red de que aguanta el país”. “Este desequilibrio territorial, sumado al despoblamiento son los dos grandes retos en el ámbito territorial que tiene el mundo municipal y en los que creo que deberíamos de concentrar buena parte de nuestros esfuerzos”, concluyó.