Caballero hizo esta afirmación en un encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, en el que señaló que “hay dos mecanismos (para oponerse a un proyecto de este tipo): el político es manifestarnos, el jurídico es que nos vemos en los tribunales”, y “parece que le tienen un enorme miedo a los dos; parece que el señor Feijóo y entiendo, por lo que usted dice, que Rajoy le tiene un enorme miedo”.

”Parece que Rajoy dice que vamos a bajar a segunda división. Rajoy de segunda división sabe mucho, lleva toda su vida en segunda división”, añadió.

Según el alcalde de Vigo, “es intolerable que a los gestores de una caja de ahorros que está solventando bien la crisis se les ‘premie’ esa actuación con una ley para cambiarlos en dos meses”. A su juicio, eso “es poco entendible en el ámbito de la lealtad, pero nada entendible en el ámbito de la economía, porque ese cambio va a significar un nuevo escenario financiero lleno de dudas”.

”Flaco favor haríamos a la economía de Galicia si Caixanova no siguiera formando parte del futuro económico; si no, algo quedaría suelto, a la deriva”, dijo.

FUSIÓN NO DESEADA
En su opinión, los que defienden la fusión de ambas cajas gallegas “pretenden, con datos que lo desaconsejan, una fusión no planificada, no deseada, y se puede convertir en un paso en falso de consecuencias incalculables”.

”Esto se intentó hacer desde la imposición, porque se antepuso la política a la solvencia y la eficiencia, cuando una de las entidades puso sobre la mesa la capacidad y la solvencia”, dijo. Añadió que la reacción del poder político fue “incomprensible”.

Según Caballero, “se optó por el insólito cambio de ley para cambiar los órganos de gobierno de una caja sin datos y sin avales” y “los que están interesados en la fusión no quieren que salgan los datos”. Además, criticó que “una ley que duró 25 años fue cambiada de principio a fin en 21 días”.

”El gobernador del Banco de España dijo en Vigo que las fusiones no solventes e inviables no van a ser aceptadas, se disfracen como se disfracen, y yo hago mías esas palabras”, sentenció el regidor gallego.

Finalmente, confió, respecto al dictamen del Consejo de Estado en relación a esta cuestión, en que “todos nos atengamos a él y nadie lo cuestione” si no satisface sus peticiones.